¡Esperanza!
Cuando un día luzca el sol
y abiertas queden las puertas de la libertad sin miedos,
podremos correr deprisa a buscar nuestros abrazos
y encontrar todos los besos que atrás quedaron guardados.
Cuando no haya incertidumbre
y la calma gane el pulso a tantos, tantos temores,
sentiremos la fragancia de la bella primavera
Que nos dejó entre sus flores.
Cuando la brisa del viento
nos regale una caricia de paz y seguridad,
veremos nuestros bolsillos
repletos de un nuevo amor, acabado de estrenar.
Y en las almas, la esperanza,
que valiente y luchadora, se mantuvo en el timón
sin volver la vista atrás.
Cuando podamos mirarnos a la cara y sonreír,
Compartiremos la dicha de haber luchado y vencido
manteniéndonos unidos,
dándole gracias al cielo que, lejos de sucumbir,
nos demostró una vez más que lo importante es vivir.