Fue construida en los años setenta del siglo XX, junto a la Sierra de los Molinos. Además de venerarse en ella la imagen del titular acoge diferentes enseres de la Hermandad de Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad.
Se trata de un edificio moderno que mandó construir una vecina da Campo de Criptana, Josefa Martín de las Pueblas sobre un terreno de su propiedad en honor a San Pedro cuya imagen también sufragó ella. A su muerte donó la ermita a la Diócesis de Ciudad Real dejando como condición que fuera la Hermandad de Jesús Nazareno la encargada de su gestión.
Vive sus mejores días durante las fiestas de San Pedro, el 29 de junio. Entonces el barrio se vuelca en la procesión, verbena y diferentes actividades que miran hacia la figura del santo apóstol.
Se encuentra situada a los pies de la Sierra de los Molinos por su zona más al norte.