¿Cuánta vida cabe en un año?
Un año son muchos días; pueden ser días nostálgicos, días sombreados por la desidia, pero también pueden ser días radiantes, repletos de esperanza, cargados de ilusión... Más todo depende de la edad que tengamos. Si somos niños, la vida seremos nosotros; si ya somos jóvenes todos los días vendrán cargados de proyectos. Pero ¡ay! si ya somos mayores y pertenecemos a la tercera edad...
Nuestros días serán pura rutina. Pasaran las horas con esfuerzo, intentaremos llenarlas con trabajos varios: limpieza, cocina, paseo, lectura y siempre al final nos encontraremos con esa figura de la que estamos huyendo: la Soledad.
Pero a pesar de todo queremos vivir; queremos seguir en esos días en los que, a veces, nos toca la varita mágica de un hada y sentimos el beso de nuestros nietos y los abrazamos y nos dicen que nos quieren; nos reunimos con buenas amigas; vemos una grata noticia en la tele... Mas hace meses que esto ya no sucede. Los besos fueron aplazados; los abrazos, postergados y las cercanías reprimidas. Y todo esto para nosotros, los mayores, está siendo muy duro. Nos han robado la esencia del cariño que es lo que da dulzor a nuestras vidas. Vale, por unos meses podemos aguantar (pensábamos en Junio). Mas ya sabemos que será mucho tiempo más.
Escuché a un doctor epidemiólogo que afirmaba: -La vacuna no llegará hasta el verano; antes, vendrán unas pseudovacunas que no serán muy fiables y ocasionarán efectos adversos. El verano próximo llegará la efectiva y tendremos que ponernos tres dosis...
¡Pero un año es mucho tiempo para nosotros! ¿ Es que piensan dejarnos sin abrazos, sin besos, sin contacto con los nuestros? Piensan que sigamos sumergidos en el miedo, en la incertidumbre; que sigamos temiendo acercarnos a nuestras amigas; que renunciemos a ir a conciertos, al cine, a viajar... Mientras, vamos consumiendo los contados días que nos quedan... Yo reivindico mi derecho a la vida.
¡Para mi, un año es una eternidad!