Lucía Vizcaíno Lucas-Torres, Bellas Artes, el arte de los tatuajes y una generación de cristal que rompe silencios

“¿Generación de cristal? Nuestra generación ha roto muchos tabúes. Ahora expresa lo que antes se callaba”

Laura Figueiredo (24 de enero de 2023) Solo sabía que le gustaba dibujar y costumizar la ropa, ser artista. Optó por el Bachillerato de Artes en Tomelloso, por un doble grado de Bellas Artes y Diseño de Moda para descubrir que todo necesita su tiempo, su aprendizaje y sobre todo mucho trabajo y constancia. Nadie empieza el primer día siendo único. Un recorrido que le lleva al mundo de los tatuajes que abre su curiosidad hasta llegar a convertirse en su oficio y profesión. Antes, todo ha sido observar y observar para aprender. Hoy busca su estilo propio y reconocible bajo el nombre de Vizlumon, un juego de palabras que le gustó y que ha convertido en su firma artística. Pero esta entrevista va más allá de la curiosidad e interés que puedan despertar los tatus con toda su carga artística, la conversación nos acerca a la llamada “generación de Cristal”.

Es Lucía Vizcaíno Lucas-Torres, una joven de 24 años que es todo amabilidad, sonrisa y agrado. Como tantos jóvenes de su generación, salió a estudiar su grado, doble grado en este caso, tras un mar de dudas que le decían claramente que lo suyo no era lo convencional y lo que en general unos padres quieren para sus hijos, lo suyo era el arte y eso es decir mucho y nada.

Lucía nos habla de su trayectoria hasta llegar a ser tatuadora con sus propios diseños, colores y firma. Un trabajo en el que poco a poco se va abriendo camino desde su espacio en el centro de Madrid y en el que hoy por hoy se siente feliz.

Pero es que Lucía responde con claridad y sin titubear preguntas que interpelan a una generación llamada de cristal y que “está dispuesta a seguir rompiendo convencionalismos”. A nuestra entrevistada sus 24 años le dan una perspectiva clara de las características de unos jóvenes inconformistas y sensibles, con un proceso de vida muy diferente a la de sus padres en medio de un mundo que abruma.

Conoce los tatuajes de Vizlucom en: https://instagram.com/vizlumon

-Lucía, eres de las jóvenes estudiantes que apostaste por el Bachillerato de Artes en Tomelloso.  ¿Qué te encontraste en la Escuela Antonio López?

En el curso 2014/2015 que empecé Bachiller no estaba todavía en Criptana la opción de Artes así que me fui a Tomelloso, una escuela de la que todos me hablaban muy bien. Fueron mis dos mejores años en el sentido que aprendí mucho y empecé a hacer un montón de cosas, a descubrir el arte y acercarme a él. Donde, a grandes rasgos, vi lo que me gusta y en un contexto de gente muy compenetrado con el arte, con la educación y su aprendizaje. Noté gente muy afín a mí y unos profesores increíbles, les tengo mucho cariño la verdad.  La Escuela Antonio López, muy especial esa escuela, encontré gente con ilusión por aprender.

“La Escuela Antonio López, muy especial esa escuela, encontré gente con ilusión por aprender”

-La decisión de hacer Bellas Artes, imagino que no es fácil.

En general no es fácil decidir tu futuro con unos estudios que exigen tiempo y esfuerzo y sí es Bellas Artes parece que todo se cuestiona aún más. Yo, cuando empecé, no sabía ni lo que quería hacer. Pensaba en Bellas Artes y también en estudios de diseño de moda. Y por cosas de la vida me entero de que justo ese año abren la primera promoción de un doble grado que une ambos estudios y además en Aranjuez, la Universidad Rey Juan Carlos y el único en toda España. Bueno, era una buena señal; me cogen y empezamos como auténticos conejillos de indias. Era diseño y también se estudiaba gestión, marketing, deontología… más allá de patronar y confeccionar.

-¿Qué te ha aportado el doble grado?

Sobre todo, una visión espacial del arte en general y en la escultura aprendí mucho del cuerpo y que para vestir el cuerpo humano hay que conocerlo y entenderlo, Al final somos luces, sombras, volúmenes… y yo puedo tener muchas ideas en mi cabeza pero a la hora de plasmarlas… En la escuela aprendí mucho, cómo poder hacerlo y además mi creatividad se superó en un doscientos por ciento porque todo me inspiraba, todo me abrumaba y me sugestionaba a algo más. También aprendí que no hay nada demasiado único, que tú piensas que estás haciendo algo muy único y especial y te das cuenta de que eso es un trabajo que lleva mucho tiempo para encontrar un sitio de confort en el arte donde te encuentres cómoda, para hacer algo más propio y tener tu propia firma. Mis estudios me han dado esa base y yo luego he ido adaptando.

“También aprendí que no hay nada demasiado único y que para tener tu propia firma se necesita tiempo y mucho trabajo”

-¿En qué momento estás? Eres muy joven, 24 años.

En un momento en el que me he especializado mucho en lo que quería hacer. Dentro del arte escogí el tatuaje y dentro del tatuaje escogí un estilo y técnica que considero tradicional y con diseño de autor.

-¿Cómo son los tatuajes Vizlumon?

Jejeje, el nombre es un juego de palabras sin más y me gustó. Yo uso un diseño de líneas anchas y sólidas que el tiempo no va a cambiar, se mantiene y además no responde a una moda puntual. Uso sombras negras y mi paleta de colores tiene colores pasteles que no son frecuentes en los tatuajes donde los colores son más eléctricos. Soy de elementos bastante simples y de líneas decorativas donde va mi firma. No creo que haga yo algo completamente único pero sí es verdad que a una técnica común y ya creada le añades tu toque.

Hago parches con motivos y conceptos que no abarcan una zona completa. Se tatúan sobre todo piernas y brazos, se suele llevar más de uno y tengo más mujeres que hombres. Tal vez mis diseños gusten más a ellas.

-¿Contenta?

Estoy muy contenta. Mira, clientas que sin conocerse de nada se han encontrado en la calle y se han dicho -llevas un tatuaje de Vizlumon-. Se hizo reconocible lo que empezaba a hacer. Me siento afortunada de esas coincidencias, el que vean un tatuaje casi de reojo y lo identifiquen con Vizlumon.

-¿Cómo llegas al tatuaje? Me has hablado de bellas artes, escultura, diseño de moda, costumizar ropa…

La verdad es que el tatoo siempre me ha acompañado aunque no lo miraba de frente. Algo que me daba mucho respeto porque, yo pensaba, que no valía para eso. Al final es algo que hay que trabajar mucho y a día de hoy me considero tatuadora. Surge porque en bachiller y en la carrera me rodeo de muchos compañeros que tatúan y empiezas a ir con unos y con otros y ves lo que hacen y empecé a interesarme cuando lo veo hacer y trabajar de primera mano.

Y poco a poco pues empecé a decir yo quiero estar aquí. A día de hoy me considero tatuadora”

-Y descubres que puedes valer para crear tatuajes y tatuar.

Descubro que me encanta que me encantaría aprender la técnica. Y poco a poco pues empecé a decir yo quiero estar aquí. Durante la carrera lo ves de una forma más light, luego hice un curso de tatuaje y micropigmentación que para tatuajes no sirven para nada. Lo que sí me aportó fue la posibilidad de hacer unas prácticas en un estudio donde sí que aprendí y a raíz de ahí fue un no parar. Esto fue hace unos años, en tercero del doble grado que son cinco años.

Además, el doble grado me pedía unas prácticas en un centro artístico y me busqué un estudio de tatuajes. Me empecé a rodear de mucha gente que tatuaba y yo me he pasado horas y horas durante dos años mirando, observando mucho todos los días. A la vez iba dibujando y creando y poco a poco fui mejorando la técnica.

-¿Estás instalada por tu cuenta?

Sí, dentro de un estudio que tiene su propietario y en el que yo tengo mi espacio y mi estilo. Está en Madrid, por la zona del Rastro, por la Latina.

-Los tatuajes no son nada nuevo pero desde hace un tiempo se consideran un arte.

A lo largo de la historia los tatuajes han tenido significados muy diferentes pero creo que siempre ha sido arte con sus connotaciones. Hasta no hace tanto servía incluso para identificar y distinguir grupos sociales y antes era incluso una filosofía en algunas culturas, sobre todo orientales, tenía una simbología. Las mujeres en Egipto ya llevaban. Ahora tiene un valor más estético, contemporáneo.

-Pues hasta no hace mucho los tatuajes se identificaban con la delincuencia.

Y es que es verdad, estaba vinculado a grupos marginales.

-Y ahora nos encontramos que es de lo más pijo.

Siguen estando vinculados en determinados estilos a macarras y se han sumado otros significados. Hay tatuajes exclusivos, estéticos, pijos que suelen ser tatuajes pequeñitos, monos que los llevan los influencers y que se han generalizado. Es que al final es una decoración corporal y un elemento estético. Está llegando no solo como algo negativo sino como algo positivo. Tampoco hemos llegado a una cumbre.

-¿Cuál es la cumbre?

Que para cualquier persona tener un tatuaje fuera como el que se arregla el pelo o se hace una manicura. Un aspecto estético más. Los tatus tienen que romper muchos prejuicios y de hecho, están rompiendo prejuicios.

“Los tatus tienen que romper muchos prejuicios y de hecho, están rompiendo prejuicios”

-Cuando tatúas ¿no tienes cierto miedo o temor? Estás haciendo, en principio, algo para toda la vida.

Pesa mucho, sobre todo, al principio. Ahora, ya sabes perfectamente cómo va a quedar, cómo va a pasar el tiempo por él. Lo tienes visualizado ya muy bien y ya no es como con los primeros tatuajes que haces en los que hay mucha carga.

-¿Intrusismo? ¿Algún título?

No hay nada serio. Esto no tiene unos estudios oficiales y hay cursos de engañabobos. Una vez que ya sabes tatuar sí que hay seminarios con artistas buenos que te ayudan a pulir algunas cosas. Para aprender a tatuar lo haces con prueba-error y es algo muy duro y tienes que ser muy constante. Eres aprendiz y empiezas con diseños sencillos. Hay que ser serios.

-Es una opción profesional poco habitual ¿Cómo lo ha visto tu familia?

No es el tipo de estudios y trabajo que se suele querer para un hijo pero cuando se dan cuenta que no es un capricho, empiezan a valorarlo. Aparte, está el tema de que es un trabajo arriesgado y siempre las familias prefieren un trabajo más estable.

-¿La universidad ha sido lo que esperabas?

No, para nada. Ha sido más bien, más que un -vamos a aprender de algo-, un hacer trabajos uno tras otros, rápido, rápido para acabarlos, ponerles una nota y ya. Trabajos muy superficiales en lugar de trabajar y centrarnos en proyectos largos, de comprender, conocer… Ha sido como el que va al colegio y le ponen una tarea y al día siguiente tiene que entregarlo. No da tiempo a asimilar, a descubrir… El arte tiene una simbología, no puedes crear algo en unos días y ni siquiera practicar una técnica, es imposible. Cuanto más quieres abarcar menos haces y creo que nos han explicado muchas cosas pero poca información de cada cosa. Era correr mucho y explicar muchas cosas y cosas a veces banales.  

“La universidad no ha sido para nada lo que esperaba. Más que un –vamos a aprender de algo- ha sido un trabajo tras otro sin dar tiempo a asimilar, descubrir…”

- Hablamos de los jóvenes. El panorama pinta oscuro para todos ¿Con qué cristal ves tú ese panorama?

Con un cristal en el que veo que la gente va a tener otras prioridades que no será la estética. La sociedad está cambiante y no nos permite estabilidad a los jóvenes y eso nos desequilibra y desestabiliza. Antes, la vida era de otra forma, no sé si mejor o peor pero había una seguridad y una estabilidad aunque no fuera lo que más te gustara en la vida. Nacías en un pueblo, tenías tu casa, conseguías un trabajo que ya era para toda la vida y socialmente… ¡pues claro que ocurrían cosas! pero ahora que si la COVID, otra crisis, una guerra… todo muy cambiante. Todo abruma mucho.

“La sociedad está cambiante y no nos permite estabilidad a los jóvenes y eso nos desequilibra y desestabiliza. Todo abruma mucho”

-¿Cuál es el proceso de vida de los jóvenes ahora?

El proceso de antes ya no es. La gente ahora no nos conformamos, somos inconformistas y queremos ver y probar todas las opciones para elegir la que más nos vaya a gustar. Y por eso, no cogemos la primera cosa; descartamos, descartamos y descartamos porque pensamos que va a haber siempre algo mejor. Ahora tenemos acceso a muchas cosas, a muchas profesiones, posibilidades que antes no había y ahora casi todo el mundo tiene esa oportunidad de probar y al final la gente ve un abanico lleno de opciones y se tiene la esperanza de encontrar lo que le va a hacer más feliz. Somos también una generación de vivir el momento. Antes era pensar en el futuro y ahora es de vivir el momento; es un pensar que este trabajo no va a ser el mío para toda la vida pero ahora me gusta pero mañana a lo mejor no. Una generación muy inmediata, no sabemos esperar. Estamos acostumbrados a conseguirlo todo ya y una vez que lo tenemos pasamos a otra cosa. Nada que ver con las generaciones anteriores, con la de nuestros padres.

-¿Crees que vais a vivir mejor que vuestros padres?

No sé, creo que vamos a vivir de forma diferente. En algunas cosas mejor y en otras no.

-¿Sois una generación mimada?

¿Mimada por qué? A lo mejor porque se nos ve sensibles y que todo nos afecta y tal vez por eso nos llaman generación de cristal. No, no somos mimados, somos una generación que se cuida psicológica y mentalmente, que cuenta y expresa lo que antes se callaba. Expresamos el dolor, las contradicciones, los sentimientos, lo que nos hace daño o nos preocupa. ¿Cuánta violencia de género había anteriormente? Pues seguramente la misma o más o menos la de ahora, la diferencia es que ahora se cuenta, la gente habla de esos problemas y no es que nos afecte más es que somos capaces de asumirlos y querer trabajarlos. Antes, se ponía una barrera –las cosas son así y tengo que tirar para adelante-. A nosotros se nos está educando para conversar con nosotros mismos, cuidarnos en salud, para ser capaces de tener conversaciones incómodas con nosotros y con la gente que queremos. ¿Por eso somos de cristal? Lo que existe ahora ya existía, no lo hemos creado nosotros. Los suicidios, problemas de autoestima, acosos de todo tipo… antes se callaba, se ocultaba, se disipaba pero ahora se cuenta y eso choca.

-Y el tema de igualdad también es un problema de toda la vida ¿Cómo lo llevas?

Pues podría hablar de muchas vertientes. Tanto en el tatuaje como por mí, por ser mujer joven, por ser mujer, joven y española… en general creo que la igualdad va a pasos pequeñísimos.

-¿Hasta cuándo dura la juventud?

Depende, si ser joven es querer decidir en todo momento tu vida sin necesidad de satisfacer las convenciones que han existido previamente pues vamos a seguir siendo jóvenes mucho tiempo. Habrá casos de todo tipo y creo que las nuevas generaciones que vienen han marcado una línea de no querer conformarse con lo que ya hay y de no querer satisfacer lo ya convenido. Desde ese sentido, el del inconformismo, vamos a seguir siendo jóvenes mucho tiempo.

-¿Cómo es Criptana?

Un pueblo con mucha historia y una gente que está cómoda aquí. Veo que hay gente joven que se queda, al menos a mí me parece, mientras otros pueblos van muriendo, Campo de Critpana tiene mucha gente joven que apuesta por quedarse en su pueblo y me parece una idea que está muy bien y es hasta cierto punto cómoda.


Imprimir   Correo electrónico

Publicidad

Image
Image
Pertenece a:
Image

BOLETÍN DE NOTICIAS

Suscríbete a nuestro boletín de noticias semanales para seguir la actualidad de Campo de Criptana.

SÍGUENOS
Facebook   Facebook  twitter Youtube

En campocriptana.info utilizamos cookies para mejorar tu experiencia al navegar por la web. Si quieres saber, To find out more about the cookies we use and how to delete them, see our privacy policy.

  I accept cookies from this site.
EU Cookie Directive plugin by www.channeldigital.co.uk