Foto Fernando Agüero
“Hemos hecho escuela de charanga en el pueblo, un tipo de agrupación y música que no había”
Laura Figueiredo (5 de septiembre de 2023).- El mes de septiembre les mira con un calendario lleno de actuaciones, suman dieciocho. Y llega tras una semana que ha permitido a nuestros chicos recuperar energías tras el punto y final a la Feria de Campo de Criptana, su pueblo.
Con fuerza, ritmo, ganas y muchas risas dieron vida a la Ruta de Bares y ya son cuatro años que esta iniciativa va a más y más. Decenas de jóvenes y menos jóvenes se suman al pasacalle en el último día prácticamente de ferias; Los Monigotes se encargan de poner música y coreografía y “es diversión asegurada al cien por cien”. Todos contentos, el Ayuntamiento que contrata, Los Monigotes que ponen lo mejor de ellos y la gente que hace de la ruta todo un espectáculo.
Diego Villafranca Castellanos es el presidente de la Asociación Músico Cultural Charanga Los Monigotes y ve como “cada año hay más gente y este año desde el minuto uno hemos visto más gente que nunca y muy animada”. Es fácil con Los Monigotes estar animado, pues a la música variada propia de una charanga le añaden mucho sentido del humor y coreografías, saltos, idas y venidas, a un lado y a otro… una marcha que no deja sentado a nadie.
Hay quien habla de considerarla “ruta de interés turístico” y no le falta razón, pues podría acercar al visitante a algo tan propio de Criptana como son sus bares, sus vinos y ganas de diversión a través de la música tan ligada siempre al pueblo manchego.
Dieciséis monigotes
Diego nos dice que el ser presidente de la charanga no es ni fácil ni difícil “al final entre todos tenemos que poner de nuestra parte para que esto funcione y así lo hacemos”. Son más de sesenta bolos a lo largo del año y eso exige un mínimo de disciplina para luego poder salir a la calle y que todo funcione bien. Diego explica que “tiene que haber alguien que organice a la gente, que hable con los ayuntamientos, representantes, peñas, concretar acuerdos… al final lleva mucho jaleo todo el año”. “Pero es verdad", añade, "que no estoy solo, siempre hay más gente que ayuda y echa una mano”. En este sentido, Diego cuenta con satisfacción que “estamos haciendo piña, cada uno con su responsabilidad y formamos un grupo de amigos que nos vemos casi todos los fines de semana”.
En total son dieciséis monigotes que se van turnando en las diferentes actuaciones para ser nueve o diez en cada ocasión. Entre todos suman en cada salida dos instrumentos de voz, dos trompetas, dos trombones, dos de percusión y un subsaxofón, el instrumento grandote que carga Miguel Ángel sin posibilidad de sustituto. En la ruta de bares pudimos ver a Javi y Rosima con percusión, Carlos y Diego con los trombones o a Juanmi y Gonzalo con las trompetas sin olvidar los saxos con Modesto y Ángel.
Todos compaginan sus estudios o trabajos con la charanga como mejor pueden. Diego nos cuenta que lo tiene complicado porque trabaja durante la semana en Madrid y los fines de semana los dedica a la charanga. Es más, sus vacaciones, ahora en septiembre, son para seguir trabajando con los Monigotes.
Escuela de charanga
Diego reconoce que actuar en su pueblo “tiene un componente muy especial”. Aquí están los amigos y la familia y es su pueblo. Nos dice con orgullo que la charanga desde su creación ha ido a más y ha logrado hacer una especie de escuela de charanga en Criptana. “Hay que tener en cuenta que aquí no existía este tipo de agrupación”.
“Actuar en el pueblo tiene un componente muy especial”
Cuando nos habla de otros pueblos nos habla de pueblos de muy diferentes provincias y zonas de España porque Los Monigotes van más allá de CLM. El presidente nos dice que las redes sociales funcionan a la hora de publicitarse y contratar al igual que el boca a boca. “Pueblo que vamos", afirma, "pueblo que solemos repetir”. “La gente queda muy contenta con nuestra participación en actuaciones tanto de feria, como en peñas o particulares”. El público es mayoritariamente joven o de mediana edad, pero no faltan los mayores. Hay que recordar que Los Monigotes antes de comenzar la Ruta de bares pasaron por la residencia de mayores criptanense donde no faltaron pasodobles y música de siempre. Tampoco se olvidan de los ancianos Navidad tras Navidad.
“Pueblo al que vamos, pueblo en el que solemos repetir”
Los 90 triunfan
Y allá van Los Monigotes en este mes de septiembre, recién estrenado, a por las 18 actuaciones. Es el mes del año más intenso, asegura Diego. El 4 en Alcaraz y ya en la lista Torrejón de la Calzada, Humanes de Guadalajara, Guadalajara capital 7 días tocando con una peña durante las ferias, provincia de Cáceres, Olías del Rey…. “Un mes en el que vivimos prácticamente en la carretera”.
“Septiembre: Un mes en el que vivimos prácticamente en la carretera”
Una marcha divertida y que divierte, pero que, como nos recuerda el presidente de Los Monigotes, “también exige disciplina y esfuerzo”. Son muchos días fuera, muchas horas de carretera y muchas horas para tocar y no parar. Un ritmo que se hace llevadero porque “es un gusto trabajar en algo en lo que nos divertimos tanto”.
“Una marcha divertida que también exige disciplina y esfuerzo”
¿Y qué repertorio llevan nuestros Monigotes que no dejan a nadie sentado ni triste? En sus partituras hay música de todos los estilos, desde rumbas que no faltan hasta rock, pasando por el pop y siempre buscando aquello que a pesar del tiempo no muere. Eso es lo que pasa con los remembers de los 90 o los mix del Canto del Loco, la Oreja de Van Gogh o Camela. A Diego le cuesta elegir una música de esas que no fallan a la hora de poner en marcha al público, pero finalmente se decanta por el Flying Free, que invita a pegar saltos al ritmo electrónico de los instrumentos de viento de nuestros artistas.
Terminado septiembre y octubre vienen meses de cierto descanso que deja tiempo a los Monigotes para buscar nuevas notas y ensayar para volver a arrancar con fuerza en el Carnaval en febrero.
La Charanga Los Monigotes, nacía en 2007 por iniciativa de un pequeño grupo de compañeros y amigos de la Banda Filarmónica que coincidían en el Conservatorio y en la Escuela de Música. Apostaron por crear un tipo de agrupación que en Criptana no existía, una charanga. Carlos Gómez de la Cueva es uno de los fundadores y nos explica que Los Monigotes nacían con la idea de pasarlo bien y si salía algún bolo, pues mejor “un dinero que nos llevábamos para el bolsillo”. Este amante del bombardino se ríe cuando recuerda unos comienzos en los que todos eran menores y nadie tenía carné de conducir. “Gastábamos más en el transporte que lo que nos daban. Era una odisea”. Sí, algo que empezó con mucha ilusión y que nadie pensó que seguiría de marcha y haciendo kilómetros tantos años después. De esos primeros monigotes solo queda uno en la charanga, Ángel Ortiz y su saxo, y es que a lo largo de los años unos han ido saliendo para dar paso a otros.
Con el tiempo y con la suma de bolos Los Monigotes hacen un mix también con la diversión y el trabajo, se han profesionalizado. La pandemia supuso un buen espaldarazo a la iniciativa, dio tiempo para el ensayo y para trabajar el repertorio. Diego insiste en que en cualquier caso lo importante es que “todos compartimos objetivos iguales y todos queremos ir a más”.
Sí, ahora en Criptana todo el mundo sabe que cuando se habla de charanga se habla de Los Monigotes.
Sí, ahora en Criptana todo el mundo sabe que cuando se habla de charanga se habla de Los Monigotes