El Día de Castilla-La Mancha se celebra el cada 31 de mayo desde el año 1984, año en el que tuvo lugar la constitución de las Cortes Regionales. Cada año se realiza un acto institucional en una localidad diferente de la región, en dicho acto se hace entrega de las Medallas de Oro a la Región y las Placas al Mérito Regional a diferentes personas elegidas con anterioridad.
Castilla-La Mancha es una comunidad autónoma de España que está formada por un total de 919 municipios formando así las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo. Es la tercera autonomía más extensa de España, con una superficie total de 79.463 km² representa así el 15,7 % del total peninsular, contando con una población a 2019 2.035 millones de habitantes.
En cuanto a sus raíces, íberos, romanos, musulmanes y cristianos han vivido y dejado su huella en la región, marcando el carácter de sus gentes. Asimismo, Castilla-La Mancha cuenta con un rico patrimonio artístico y natural, entre los que destacan las tres ciudades declaradas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad (Toledo, Cuenca y Almadén), además de otras doce que forman parte del arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica, o las 278 230,784 áreas dedicadas a espacios naturales protegidos (parques nacionales, naturales, reservas y microrreservas) que se reparten por todo el territorio autonómico.
Miguel de Cervantes y Castilla-La Mancha
Miguel de Cervantes y Castilla-La Mancha tienen una estrecha reacción entre ellos. La región es el escenario principal de Don Quijote, la novela del s. XVII escrita por Miguel de Cervantes, que transcurre por cordilleras y llanuras con viñedos, castillos y molinos de viento de diferentes ubicaciones geográficas de Castilla-La Mancha, como lo son los de Campo de Criptana.
Las páginas de El Quijote han contribuido al conocimiento universal de los pueblos y paisajes de Castilla-La Mancha. A lo largo de su vida, aventurera e intensa, el escritor tuvo relación con diferentes lugares de esta tierra. Toledo, Esquivias y Argamasilla de Alba, fueron decisivos en su vida. Castilla-La Mancha cuenta con un sinfín de rincones cervantinos que merecen la pena ser visitados, siendo una parte esencial de su patrimonio cultural.