Lienzos en blanco
Paquita García-Casarrubios (6 de mayo del 2022).- Aurelia Navarro fue hija de José Navarro González, médico, y de Resurrección Moreno Olmedo, que pertenecía a una familia adinerada, por lo que en el hogar de Aurelia se disfrutaba de una posición socioeconómica privilegiada.
Aurelia se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Granada y completó sus estudios con Tomás Muñoz Lucena.
Con veintidos años ya participó en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. Consiguiendo una Mención Honorífica y otros premios, pero sería con su pintura: Desnudo femenino, en 1.908, con la que recibió muchos elogios de la prensa por ser una de las primeras pintoras españolas en representar un desnudo femenino.
Para Magdalena IIlán, experta en arte y estudiosa de la vida de la pintora, aquello era un tema tabú para una mujer, ya que se consideraba contrario a la moral y para ella fue un acto de valentía. Illán pensaba que el cuadro era un autorretrato de Aurelia, algo que dinamitaba las normas morales del momento.
La historiadora María Dolores Jiménez-Blanco afirma que:
“Durante muchos años las academias de arte no daban acceso a las mujeres a las clases de desnudos. Para un hombre no era impúdico y para una mujer sí. Eso demuestra hasta qué punto se les consideraba menos preparadas intelectualmente para confrontar un cuerpo desnudo”.
Aurelia fue una de las seis mujeres que fundaron la Asociación Española de Pintores y Escultores en 1.910, donde había 180 hombres.
Su padre, consideraba que el ambiente artístico madrileño y la repercusión mediática no eran adecuados para una mujer joven y la presionó para que volviera a Granada. Ella continuó pintando y participó en varias muestras del Centro Artístico hasta 1.916.
Su maestro, Tomás Muñoz Lucena, intentó convencer a la familia para que Aurelia siguiera formándose en Roma, pero no lo consiguió.
Las presiones sociales y familiares la llevaron a una profunda crisis y a una progresiva pérdida de inspiración artística; se pasaba largos días frente a sus lienzos en blanco sin conseguir atrapar una imagen en ellos.
En 1.923, desilusionada y llena de apatía por la vida, decidió ingresar en la Congregación de las Adoratrices, en Córdoba. Allí fue languideciendo su pintura, dedicándose tan solo, de manera esporádica, a crear algunas pinturas religiosas.
La historiografía artística ensombreció su figura hasta hacerla desaparecer en la segunda década del siglo XX y hubo que esperar a estudios recientes para que fuera rescatada del olvido histórico y fuesen valoradas sus aportaciones al arte español.
Como religiosa estuvo en Roma, Madrid y Málaga y finalizó sus días en el convento de Córdoba, donde falleció en 1.968.
Aurelia Navarro es considerada la pintora de la intimidad. En su obra hay un complejo universo de personajes femeninos que reclaman un espacio para preservar su intimidad. Las protagonistas son mujeres de su entorno, recluidas en su mundo interior, y ella con su sensibilidad profundiza en sus aspectos anímicos y psicológicos.
A la vez, demuestra una gran capacidad como maestra del color, evolucionando desde una pincelada preciosista hacia una más expresiva y con trazos sueltos de múltiples matices cromáticos.
En la exposición reciente, realizada en Córdoba, se exhibieron alrededor de 30 pinturas, la mayor parte de colecciones particulares, conformando una muestra de diferentes registros plásticos y expresivos que definen la sensibilidad creativa de la autora.
Aurelia Navarro, "Desnudo femenino" 1.908
Como análisis final nos podemos preguntar qué hubiera pasado si en nuestra época, a una mujer de 22 años, su padre le hubiera prohibido seguir con su carrera artística; o con su ilusión de ser empresaria; o de ejercer la abogacía, etc. Tenemos claro que la mujer adulta de hoy no se somete a la imposición de los padres, ni de los maridos, y persigue sus sueños en la vida.
En este último siglo ha habido un gran avance en la libertad de las mujeres. Lejos quedan los tiempos donde no podíamos votar, ni tener una cuenta propia en el banco, y el consentimiento del padre o marido era necesario para viajar. Son cosas impensables hoy en día; pero aún nos queda camino por recorrer, aún necesitamos ahondar en el avance para la igualdad, como la equiparación salarial entre hombres y mujeres.
