Ermita de la Madre de Dios

La ermita de la Madre de Dios pasa casi desapercibida flanqueada por otras construcciones en plena calle Soledad pero su interior alberga una historia rica e interesante guardada y conservada en todos sus rincones. Guarda en su interior las imágenes titulares de la Hermandad del Santo Entierro, de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de San Antón. 

Su parte externa es sencilla y sobria con tejado a dos aguas con teja curva árabe. Una vez dentro nos encontramos con una decoración muy variada. Es de estilo barroco en sus inicios, data del siglo XVII, cuando era conocida como Ermita de Ntra. Sra. de las Angustias. En 1697 se construyó su cubierta abovedada, obra de la que se encargó D. Pablo de la Sierra, natural de Villamayor. No debieron terminarse del todo ya que, en 1750, D. Cristobal Tineo y Orea, por entonces mayordomo de la cofradía, confiesa en sus disposiciones testamentarias haber gastado de su pecunio grandes sumas para concluir las obras, y establecer en la ermita la nueva imagen de Ntra. Sra. de la Soledad que a partir de entonces le da nombre; anteriormente se conoce a esta ermita como de Ntra. Sra. de las Angustias y popularmente para los criptanenses es la "Madre de Dios".

Tal y como se puede leer en la página web de la hermandad de Pasión del Santo Entierro su aspecto actual es el fruto de numerosos avatares incluidos los derivados de Guerra Civil española de 1936, en la que después de quemar todas sus imágenes y perder un impresionante patrimonio artístico y cultural, ya que también desapareció su retablo original (s. XVIII), hizo las funciones de fragua durante toda la contienda de la Guerra Civil.   

La Madre de Dios es una construcción de una sola nave con bóveda de medio cañón y fondo plano. El crucero pasa prácticamente desapercibido pero en él destaca la cúpula y la linterna que lo corona. Descansa sobre cuatro pechinas ricamente decoradas. La cabecera del antiguo retablo está sustituido por decoración pictórica de temática referente a los pasos que alberga esta ermita, esta decoración pictórica fué realizada por el artista local D. Ignacio Valbuena (padre del pintor  Francisco Valbuena y abuelo de Paco Valbuena), en 1940.

La ermita cobra toda su vida en las semanas anteriores a la celebración de la Semana Santa siendo centro de entrada y salida de las procesiones del Santo Entierro y Jesús Nazareno. El sabor popular lo recobra todos los 17 de enero cuando Campo de Criptana celebra la festividad de San Antón con las famosas tortas en sartén, procesión y bendición de animales.