El 18 de diciembre de 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 68/192 decidió designar el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata de Personas.
El tráfico de personas es un grave delito y una grave violación de los derechos humanos. Cada año, miles de hombres, mujeres y niños caen en las manos de traficantes, en sus propios países y en el extranjero. Prácticamente todos los países del mundo están afectados por el tráfico, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas.
Es un negocio que mueve millones de euros y sobre el que Naciones Unidas quiere alertar con el objetivo de concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y de promocionar y proteger sus derechos.
La forma más conocida de la trata de personas es aquella con fines de explotación sexual. Muchas de las víctimas son obligadas a trabajos forzosos, servidumbre doméstica no remunerada, la mendicidad obligada o la extracción ilegal de órganos.
La Policía Nacional describe perfectamente este delicado tema:
La trata de personas consiste en la esclavitud del siglo XXI y es uno de los delitos más comunes y que mueve mayor cantidad de dinero en todo el mundo, tras el del tráfico de drogas y de armas. Cada vez que se comete este delito, se violan todos los derechos humanos en una misma persona, corrompiendo no sólo su libertad y dignidad sino también su integridad física y emocional.
Las víctimas de este crimen suele ser personas vulnerables, sobre todo mujeres, niños y hombres en condiciones físicas o económicas delicadas, acostumbrados a la discriminación y que no oponen una gran resistencia.
Entendemos por Trata "la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. La explotación incluye como mínimo, la derivada de la prostitución y de otras formas de explotación sexual incluida la pornografía, trabajos o servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, la servidumbre o la mendicidad, las actividades delictivas y la extracción de órganos corporales".
En definitiva, la Trata de personas constituye una violación grave de la dignidad, la libertad de la persona, y una forma de delincuencia grave.