La Organización Mundial de la Salud (OMS) junto a otras Organizaciones Internacionales en el año 2004 decidió establecer el 14 de junio como Día Mundial del Donante de Sangre, con el fin de llamar la atención sobre la importancia de que todos los Sistemas de Salud del mundo, puedan disponer de organizaciones que garanticen el abastecimiento de sangre y productos sanguíneos seguros, basadas en la donación voluntaria y no remunerada.
Las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos contribuyen a salvar millones de vidas cada año. Permiten aumentar la esperanza y la calidad de vida de pacientes con enfermedades potencialmente letales, así como llevar a cabo procedimientos médicos y quirúrgicos complejos. También desempeñan un papel fundamental en la atención materno-infantil, los desastres naturales y los desastres provocados por el ser humano, pues permiten salvar la vida de muchas personas.
En la actualidad, solo hay 62 países en el mundo donde el suministro nacional de sangre procede casi en su totalidad de donaciones voluntarias no remuneradas, mientras que 40 países siguen dependiendo de donaciones procedentes de familiares o incluso de donantes remunerados.
El Día Mundial del Donante de Sangre cuenta con el patrocino de cuatro organismos fundadores que trabajan juntos para promover la donación voluntaria de sangre:
- Organización Mundial de la Salud (OMS)
- Federación Internacional de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR)
- Federación Internacional de Organizaciones de Donantes de Sangre
- Sociedad Internacional de Transfusión de Sangre
Con la celebración del Día Mundial del Donante de Sangre se pretende brindar una oportunidad para que el mundo se una en una celebración a escala mundial del espíritu humanitario, de voluntariado y de solidaridad.
Por lo tanto los objetivos del Día Mundial del Donante de Sangre son los siguientes:
- Crear conciencia sobre la función que todos podemos desempeñar salvando vidas y mejorando la salud de las personas
- Animar a los miembros de la sociedad a convertirse en donantes voluntarios de sangre
- Impulsar programas y campañas de educación de donantes a más largo plazo para fortalecer los servicios de transfusión de sangre
Para finalizar, la OMS invita a todos los países a fomentar la donación regular, con la voluntad de que donar sangre llegue a convertirse en un acto cotidiano de participación y solidaridad ciudadana, fiel reflejo de la educación y desarrollo humano de una comunidad.