"Yo gobernaré esta ínsula sin perdonar derecho ni llevar cohecho, y todo el mundo traiga el ojo alerta y mire por el virote, porque les hago saber que el diablo está en Cantillana, y que, si me dan ocasión, han de ver maravillas, No, sino haceos miel, y comeros han moscas."
De una parte, mirar por el virote, según Covarrubias es "atender cada uno con vigilancia a lo que ha de hacer, metáfora tomada del que tira desde algún puesto a los conejos en ojeo o esperar, que ha de estar quedo hasta que se hayan pasado, y después sale a buscar los virotes", o sea las saetas empleadas en la cacería. De otro lado, "el diablo está en Cantillana" es refrán que alude a un capitán que hacía de las suyas en una barca fondeada en el Guadalquivir, según crónica de Gonzalo de Oviedo, en tiempos de Alfonso XI. El dicho sirvió a Vélez de Guevara para escribir una comedia.
Todo esto lo resume una sentencia del refranero, "tan bueno es Pablo, que se lo lleva el diablo", aconsejando así que la bondad no acabe en apocamiento. "Inevitables golosas" llamó a las moscas Machado.