A la sombra del Poeta

Paquita García-Casarrubios (12 de mayo de 2021).- Ella fue mujer de un célebre poeta. Juntos viajaron por el mundo y lucharon por sus ideales. Estudió en la Institución Libre de Enseñanza, se licenció en Filosofía y Letras y está considerada como una de las escritoras más relevantes de la Generación del 27.

María Teresa León, no fue reconocida como se merecía por su trabajo como novelista, autora de teatro y memorialista. Quizás su único defecto fue casarse con un hombre cuya magnificencia le hizo sombra.

Contrajo matrimonio en 1.920 con diecisiete años con Gonzalo de Sebastián Alfaro, con el que tuvo dos hijos, Gonzalo y Enrique. En esa época ya publicaba artículos en el diario de Burgos bajo seudónimo.

 En 1.928 realizó un viaje a Argentina y publicó sus primeras obras, Cuentos para soñar y La bella del mal amor.

En 1.929 conoce a Rafael Alberti y rompe su matrimonio para marcharse con el poeta a Mallorca. En 1.932 se casan por lo civil.

Alberti colaboró con Teresa en las ilustraciones de su tercer libro, una colección de cuentos llamada Rosa Fría. Después la Junta para la Ampliación de Estudios becó a María Teresa para estudiar el movimiento teatral europeo y juntos comenzaron a viajar por Alemania, Unión Soviética, Dinamarca...

Según su biógrafo, José Luis Ferri: “En ese viaje descubrieron el comunismo y volvieron sovietizados”.

Al estallar la Guerra Civil llevó a cabo una intensa actividad de animación cultural y literaria en los frentes de batalla y participó en la confección del Romancero de la Guerra Civil, dedicado a Federico García Lorca.

Composición: Mario Chaparro

Desde su incipiente juventud, María Teresa mantuvo un compromiso claro contra la injusticia con los débiles y por la libertad y el respeto a la condición de la mujer. A ella, en esa época de presión sobre la mujer, le costó aún más sacar adelante sus proyectos porque además de ser inteligente, era bellísima.

María Teresa encabezó las gestiones para crear la Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico que se encargaría del traslado de fondos del Museo del Prado y del Escorial a Valencia. Ella sacó del Prado 64 cuadros, entre ellos: Las Meninas o el retrato ecuestre del Conde-duque de Olivares de Velázquez.

Al terminar la guerra se exilió en París donde estuvo trabajando como locutora para las emisiones de América latina hasta 1.940.

Después, residió en Argentina durante veintitrés años. Según algunos autores es allí donde adquiere la madurez de su prosa. Allí nació su hija Aitana.

Sus padres llegaron a Buenos Aires en un barco que había zarpado de Marsella, y la acompañaron en esa época y junto a ella partieron hacia Roma veintitrés años después, el 28 de mayo de 1.963, donde establecieron su residencia. En ese momento es cuando el matrimonio Alberti inicia una serie de viajes cuyo primer destino es China, tras el cual ambos escriben, Sonríe China

Con la llegada de la democracia regresan a España el 27 de abril de 1.977.

Pero cuando baja del avión María Teresa es una mujer encantadora pero con la mirada perdida. Lleva algún tiempo presa de la tristeza y de la desmemoria. El mal de Alzheimer la fue socavando y la tuvieron que ingresar en un sanatorio cerca de Madrid.

Murió el 13 de diciembre de 1.988.

Está enterrada en el cementerio de Majadahonda, en una tumba en la que nunca faltan flores. Y donde se puede leer un verso de Alberti:

 Esta mañana, amor, tenemos veinte años 

 

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