Paula Martínez Martínez, de la gimnasia rítmica a la danza clásica siempre con pasión

“La danza me ha dado mucho y seguiré mientras pueda”

Laura Figueiredo (8 de agosto de 2022).- Desde bien pequeña en su casa vieron que tenía cualidades y sobre todo era algo que le gustaba y por lo que estaba dispuesta a formarse y avanzar. Pronto la gimnasia rítmica se convertía en una pasión acompañada de esfuerzo y disciplina. Su cuerpo se doblaba, se hacía cada vez más flexible y dibujaba movimientos y figuras que para el público resultan imposibles hasta de imaginar. Y además, lo hacía con elegancia y naturalidad. Una lesión la alejaba de su sueño, pero supo sustituirlo por otro, la danza clásica.

Es Paula Martínez Martínez, alumna del nivel avanzado de Danza Clásica en la Escuela Municipal de Música y Danza de Campo de Criptana. Paula tiene ahora 16 años y con 13 vio como una seria lesión lumbar le cerraba la puerta a lo que hasta entonces había sido su vida. Se encuentra sin una agenda intensa de entrenamientos y desplazamientos que la llevaba hasta la escuela de Numancia de la Sagra cuatro días a la semana. Un calendario que la había dejado sin apenas amigas y sin otras actividades propias de su edad más allá de los estudios.

Son ya tres los años que lleva como alumna de danza clásica en la Escuela Municipal criptanense y así seguirá mientras sus estudios se lo permitan vaya a donde vaya. La danza le ha permitido seguir dibujando figuras, ahora más suaves y pausadas, hacer amigos y descubrir otra pasión.

Nuestra joven entrevistada nos habla de todo ello, desde una madurez poco común a su edad. Sabe hasta lo que quiere estudiar cuando termine Bachiller, algo poco común entre nuestros estudiantes que cada vez andan más despistados ante tanta opción.

En la entrevista abordamos también el peligro que hay detrás de un mundo que sigue promoviendo y buscando un estereotipo de cuerpo delgado, descartando los kilos de más. Todo un peligro en plena adolescencia.

Charlo con Paula al poco de comenzar las largas vacaciones de verano de los estudiantes.

-Paula ¿Eres de aquí?

Soy de aquí, mis padres son de Santa María de los Llanos y toda mi familia la tengo allí, así que me considero de los dos sitios.

-¿Cómo estás?

Genial, ahora mismo en plenas vacaciones. Además, he terminado bien mis estudios en la ESO con notas muy buenas y ya el próximo año a Bachillerato.

-Ya son palabras mayores.

Sí, creo que es más tal vez la presión que lo que en sí son los estudios. En cualquier caso, no deja de ser un Bachiller.

-Pues a por ello y ¿a por qué?

Voy por Sociales y cojo Economía, Mates y Latín porque quiero hacer Derecho y posiblemente un doble grado.

-Pocos lo tienen tan claro antes de comenzar Bachillerato.

Es verdad que la gran mayoría no lo tiene claro; muchos de mis compañeros van a la aventura.

-¿Por qué entonces la mayoría de los estudiantes hacen Bachillerato?

Creo que es más fácil hacer Bachillerato, ya que te da más opciones. Una Formación Profesional o un módulo ya te cierra salidas, es más específico. Se gana tiempo para decidir qué estudiar.

-¿No has pensado dedicarte profesionalmente a la danza?

Pues cuando era pequeñita sí, claro que sí. Yo quería ser bailarina, concretamente gimnasta porque no hacía ballet, hacía gimnasia rítmica. Primero a nivel local y poco a poco fui subiendo de nivel hasta llegar a nivel nacional tanto individualmente como en conjunto.

-¿Y qué pasó?

Pues yo seguía con la idea, pero empecé a tener problemas de huesos, musculares… y al cabo del tiempo me hice una lisis en la L-5 así que tuve que parar de hacer gimnasia durante siete meses. Entonces me dice el médico que podía volver a hacer gimnasia porque había sellado esa fractura. Esto fue con 13 años.

-Y tan contenta.

Yo feliz, pero me dura dos meses la alegría. La espalda me vuelve a dar problemas y el médico me dice que se ha vuelto a abrir la lesión y no me recomienda seguir. El cuerpo ya había dado un buen aviso y no convenía para nada seguir castigando ni forzando el cuerpo.

“La felicidad me duró poco, se volvió a abrir la lesión y tuve que olvidarme de la gimnasia rítmica”

-¿Cómo lo viviste?

Ahí se me cae el mundo porque yo vivía por y para la gimnasia rítmica; sobre todo a los 13 años que me cogieron ya en Numancia de la Sagra. Hasta allí iba cuatro veces a la semana a entrenar cuatro horas. Como tenía todo el tiempo ocupado con la gimnasia, pues no salía con amigas y las compañeras del cole al pasar al instituto, pues cada una se había ido por su lado. Me quedé sin gimnasia, sin amigas, sin nada, pero poco a poco fui reconstruyendo todo. Ahora tengo un grupo de amigas maravilloso y el ballet.

"Poco a poco fui reconstruyendo todo. Ahora tengo un grupo de amigas maravilloso y el ballet"

-¿Cómo surge la idea del ballet?

Pues mi madre sugirió probar las diferentes modalidades de danza que ofrece la Escuela Municipal: Español, Moderno y Clásico y lo que más me gustó fue clásico. El médico me dijo que sí, y seguí adelante y he terminado el tercer curso de danza clásica. Un año estuve en 4º y ya son dos en Avanzado donde seguiré, pues aquí ya no hay otro nivel.

-¿Y qué te ha dado la danza que la gimnasia rítmica no te daba?

Tienen en común que necesitan mucha disciplina, formación, compromiso y te tiene que gustar. La gimnasia rítmica es más bruta, por decirlo de una manera clara, y el ballet más suave y musical. El ballet me relaja más con unos movimientos en los que puedes expresar más. Los dos son un arte con el que expresarte corporalmente.

-En cualquier caso llegas al ballet con una base.

Por supuesto. Yo tenía la base, pero había mucho que hacer. La profesora de danza, Alicia García-Casarrubios, me ha ayudado mucho; me ha enseñado esa técnica que te permite levantar una pierna con el giro adecuado, con más amplitud y muchas cosas más. Es otra forma.

-¿Qué te gusta más al final?

Eso sí que es complicado. Las dos han formado parte de mí y lo siguen haciendo y las dos las veo bellísimas. No sabría cuál elegir porque con sus puntos en común no dejan de ser diferentes. Y cada una tiene su belleza. Las dos danzas las veo bellísima, no sabría cuál elegir.

“Las dos danzas las veo bellísima, no sabría cual elegir”                             

-¿Qué exige además de disciplina?

Pues ya en Numancia nos hacían tener un cuerpo, entonces…

-Te refieres al control del peso del que siempre se habla en las modelos, danza, gimnastas… ¿Hay mucha presión en cuanto al peso y dietas?

Sí. Por supuesto que hay bailarinas más gorditas que otras, más altas que otras…. Pero sí, es cierto que entrenadoras, jueces, compañías grandes de ballet… suelen buscar un estereotipo y prototipo de chica.

-¿Tanto en danza como en gimnasia?

En las dos. A lo mejor no es algo que se haga de forma abierta, pero, como te digo, sí es verdad que a la hora de elegir manda un estereotipo de delgadez por encima de unos kilos de más. Eso se ve desde profesores, entrenadores, jueces… buscan un prototipo que va a la delgadez.

-¿Y una chica con algunos kilos de más puede ser tan buena como una que encaja en el canon de la delgadez?

E incluso mejores. Si tienes el control de tu cuerpo da igual que seas gordita, delgada, baja o alta.

-¿Qué te parece este hecho tan presente en este tipo de actividades y profesiones?

Pues me parece mal porque, como dices, quitas muchas oportunidades a personas que aunque no cumplan con el prototipo saben moverse y expresarse. Es injusto. Creo que el arte en la danza y gimnasia no tiene que ver con los kilos.

“Creo que el arte en la danza y gimnasia no tiene que ver con los kilos. Si tienes el control de tu cuerpo da igual que seas gordita, delgada, baja o alta”

-Un tema delicado que puede terminar en un trastorno alimenticio.

Total. Las chicas o los chicos, porque también pasa en ellos, que quieran dedicarse a este tipo de disciplinas fácilmente con esas edades, se pueden obsesionar. Ellos están empeñados en formar parte de ese mundo y si para lograrlo hay presión, pues a la vuelta puedes encontrarte con un serio problema.

-Esencial un buen entrenador y por supuesto el apoyo de la familia. 

Apoyo desde casa y desde fuera en los entrenamientos. Es muy importante para evitar estos problemas y en general para todo. Este tipo de actividades que exigen tanto tiempo y dedicación implican sin más remedio a la familia.   

-¿Qué te ha aportado la danza?

A mí me ha hecho crecer como persona. Me ha dado mucho y seguiré mientras lo pueda compaginar con mis estudios.

-¿Es un lujo tener una escuela de danza como tenemos?

Pues es un lujo tener un amplio abanico como tenemos. La Escuela Municipal, que es la que conozco, es una escuela maravillosa y creo que no se le da toda la visibilidad que quizá merezca.

-¿No te aburres con unas vacaciones tan largas? ¿Qué haces con tanto tiempo?

 Jejeje. Para nada. Me dedico a dormir, salir, ir a la piscina, estar con la familia y dejar pasar las horas.

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