Nieves García García-Casarrubios, la psicología, nuestros mayores, nuestros jóvenes y un mundo caótico

Una joven psicóloga especializada en psicogerontología

“La atención a nuestros mayores a nivel afectivo me parece que es insuficiente”

Laura Figueiredo (24 de noviembre del 2022)- Estudió la carrera que quería, Pisicología, y se especializó en lo que más le gusta con un máster en Psicogeriatría. Con paciencia y constancia ha terminado trabajando en el ámbito para el que se formó, la psicología y las personas mayores al margen de atender a personas de todas las edades a la hora de desarrollar terapias de estimulación cognitiva.

Es Nieves García García-Casarrubios y tiene su agenda completa con tres espacios laborales que la llevan desde Criptana, donde vive, diariamente hasta Manzanares donde trabaja en el SEPAP, Servicio de Promoción de la Autonomía Personal, un servicio de la Junta de Comunidades de CLM dirigido a personas con nivel de dependencia. Algunas tardes se desplaza a El Toboso para atender un servicio municipal que apoya a personas mayores. Por último, Nieves dirige un taller de estimulación cognitiva, memoria activa, en Criptana en el Centro Ocio y Deporte.

Nuestra psicóloga nos habla del buen momento que vive la psicología, una ciencia en el mundo de la salud mental, ante la que van desapareciendo los prejuicios y que en poco tiempo está en boca de todos. Son ya muchas las personas, más allá de los famosos, a los que con toda naturalidad les oímos decir eso de -voy a mi psicólogo- o –mi terapeuta me ha dicho...-.

Nieves tiene claro que hay un antes y un después de la pandemia que nos descubrió un panorama muy diferente al que estábamos habituados y que ha exigido y exige una adaptación que en muchas ocasiones demanda la ayuda de un psicólogo.

Además, cada vez es mayor la preocupación no solo por cuidar la salud física sino también la mental. Algo que se hace mucho más necesario viviendo en un mundo donde cada vez hay menos niños y más personas mayores. Nuestra psicóloga dice bien claro que la soledad es una de las cosas que más se teme cuando se van cumpliendo años y que más sufrimiento produce”. Es mucho lo que podemos hacer como familiares y como sociedad para entre todos mejorar la vida de nuestros mayores en un mundo que muchas veces les ignora y deja al margen del sistema. Nieves atiende estos vacíos ya no solo como profesional sino también como una persona que le gusta y sabe estar con quienes ya pasan una edad donde los miedos y los temores se multiplican.

Una interesante entrevista que también aborda otros aspectos de un mundo cambiante que nos exige adaptación y en el que parece que se nos invita a una felicidad permanente.

-¿Cómo estás Nieves?

Pues muy bien, trabajando en lo que me gusta y trabajando en mi tierra. He estado mucho tiempo fuera; estuve estudiando en Salamanca la licenciatura y el máster y luego cinco años trabajando en Madrid.

-Y es lo que querías, volver a tu tierra.

Sí. Es algo que nunca me había planteado tanto como en la pandemia, el confinamiento fue un tiempo para pensar -¿qué quiero?-. -Yo no quiero la vida que llevo aquí en Madrid, quiero estar más cerca de los míos-. Necesitaba estar más cerca y más cuando surgen circunstancias familiares en las que quieres estar y no puedes. Es en esos momentos cuando dices- cuando pasen cosas quiero estar- para lo bueno y lo malo. Soy una persona muy familiar y casera.

-La psicología parece que vive un buen momento ¿Por qué ahora?

Ahora está mucho más valorada que antes. Siempre ha habido problemas de salud mental, pero ahora somos más conscientes de ellos, hablamos de una forma más clara y transparente; queremos cuidarnos a todos los niveles y se le está dando mucha más visibilidad que anteriormente. El hecho de que personas conocidas o famosas hayan manifestado abiertamente tener problemas psicológicos y haber recurrido a la terapia, ha ayudado a que el estigma vaya eliminándose y a que la idea de que ir al psicólogo es cosa de locos. Aun así, queda mucho por hacer. Aunque parezca que hay muchos profesionales, somos de los países europeos con menor número de psicólogos en la sanidad pública, unos 6 psicólogos por cada 100.000 habitantes. 

“Siempre ha habido problemas de salud mental, pero ahora somos más conscientes de ellos, hablamos de una forma más clara y transparente”

 -Pero somos los que más ansiolíticos, antidepresivos y somníferos tomamos.

La medicación es un parche y esencial en muchas enfermedades pero la problemática hay que trabajarla desde el fondo. Todavía hace mucha falta que deriven a los pacientes al psicólogo; todos queremos algo inmediato y ¿qué más inmediato que la pastilla? La medicación es necesaria pero acompañada de una terapia psicológica que no tiene resultados inmediatos pero seguro que duraderos.

 -¿Se habla más abiertamente de los problemas?

Creo que sí. Reconocer que uno no está bien ya no es signo de debilidad o ser una persona sensible que se toma todo a la tremenda. Se ha normalizado el hecho de pedir ayuda cuando hay un sufrimiento a nivel psicológico y emocional. Ir a terapia ya no es algo tabú y tenemos claro que al igual que por cualquier problema físico sabemos al profesional que debemos acudir, para salud mental hay un profesional que tiene el conocimiento y los recursos para poder ayudarnos. Todos conocemos o hemos conocido a alguien que ha necesitado ir al psicólogo por diferentes causas como son la depresión, la ansiedad, un trastorno de la conducta alimentaria, estar atravesando un duelo complicado o problemas laborales o de pareja, entre otros. Causas muy alejadas de lo que la gente puede calificar como “locura”.

 -¿Y al psicólogo no lo hemos convertido ahora en nuestro salvador?

Ahora todos los famosos hablan de –mi terapeuta- -mi psicólogo-. Están también esas expresiones –es que yo no creo en esto- como si fuéramos una religión o el horóscopo. No somos una religión, somos sanitarios, una ciencia y rama sanitaria con sus métodos y herramientas. Y puede ser más o menos efectiva.

 -¿Hay un antes y un después de la pandemia?

Sí. Considero que la pandemia, y sobre todo los meses de confinamiento, nos han afectado a todos de alguna manera, ya haya sido a nivel físico, psicológico o social.  Hemos vivido con mucha incertidumbre y hemos tenido que lidiar con el aislamiento social, el sufrimiento y las muertes diarias, algunos con pérdida de trabajo o de ingresos, problemas de convivencia, etc. Todo ello ha hecho que personas que tenían algún trastorno mental lo hayan empeorado y en otros muchos han aparecido por primera vez. Todo ello ha provocado que estos problemas aumenten, que se hable más de ellos y  que se ofrezcan cifras de las que antes ni se hablaba como es por ejemplo la tasa de suicidios. Además, creo que la pandemia ha hecho que seamos conscientes realmente de la importancia de la salud mental y nos ha permitido reflexionar sobre nuestras prioridades y a lo que de verdad queremos dar importancia. A muchos físicamente no nos ha pasado nada pero psicológicamente todos hemos salido un poco tocadillos.

 “Creo que la pandemia ha hecho que seamos conscientes realmente de la importancia de la salud mental"

 -¿Por qué un máster en Psicogerontología? ¿por qué los mayores?

Siempre me ha gustado estar con personas mayores. Recuerdo en catequesis ir a la residencia los domingos, echabas un rato con ellos, ayudabas en el comedor y me gustaba siempre ir. Hablar con mis abuelos… no sé es como que me he sentido muy cómoda entre ellos. Luego en la carrera hay asignaturas de gerontología y me gustaron mucho.

 -Pues no te va a faltar trabajo.

Eso dicen pero luego en las residencias no es obligatorio el psicólogo. Mira, cuando son niños enseguida ponemos recursos para solucionar o tratar de solucionar problemas. Cuando son mayores siempre está ese –es que es normal-, -ya tienen mucha edad-, -no me voy ahora a gastar un dinero-…

 -¿Cómo ayuda un psicólogo a los mayores?

Las personas mayores sufren mucha ansiedad, depresión… hay mucho problema mental y claro todo se ve normal: son muchos años, normal que esté triste, está solo… pero necesitan una atención igual que el resto de la población. Ellos acumulan muchas vivencias con muchas cicatrices. Y pienso que de lo que se trata es que los años que les queden de vida,  los vivan con la mayor calidad no solo física también mental. Por lo menos hablarlo e intentar trabajarlo.

 -¿Como están nuestros mayores?

Viven con más comodidad y facilidades que hace años, pero, por lo que me cuentan, se sienten cada vez más fuera de lugar en una sociedad que parece ir solo dirigida a los jóvenes. Se ha cambiado de alguna manera el lugar que ocupan, es decir, antes eran el centro de la familia, los que tomaban las decisiones, a los que se les consultaba todo y merecían el máximo respeto, eran fuente de sabiduría. En muchas culturas sigue siendo así, pero en nuestra sociedad, en general, van quedando cada vez más relegados a un segundo plano:  –No entiendes-, -no te enteras-. Y creo que debemos ser conscientes de que el número de mayores va en aumento. Hay pocos niños y ahí está el baby boom que empieza ya a jubilarse.

 “Nuestros mayores se sienten cada vez más fuera de lugar en una sociedad que parece ir solo dirigida a los jóvenes”

 -¿Prestamos la atención suficiente?

Siempre puede ser más. Pensamos que se la prestamos, pero no sé si siempre es de la manera adecuada o de la forma que ellos necesitan. A nivel afectivo me parece que es insuficiente. Hay buena parte de la sociedad que es consciente y sabe que hay que atender y cuidar a los mayores en todos los aspectos, pero que lleva una vida tan caótica, rápida y estresante que muchas veces no da tiempo a hacer lo que se sabe que se tiene que hacer. Hay otra parte de la sociedad que cree que por tenerles alimentados, aseados y bien cuidados físicamente ya está todo hecho. Quedaría toda esa parte emocional que es fundamental trabajar y atender. 

-Estamos todavía en una generación que cuida a sus mayores, al menos así lo vemos en los pueblos.

Sí, lo que pasa es que las generaciones más jóvenes en muchas ocasiones ya no tienen ese trato y convivencia que se tenía con los abuelos y apenas van a verlos. Es esencial también, el ejemplo de los padres hacia esos abuelos y lo que los niños ven en sus familias.

-¿Cuáles son los principales problemas?

Por supuesto están los problemas físicos y cognitivos que se van produciendo en muchos casos por la edad y son los que más afectan a la calidad de vida. Ahí está la depresión, que es una de las patologías más frecuentes en mayores y que aumenta la probabilidad de que aparezcan enfermedades físicas; la marginación tecnológica, que hace que mayoría de personas de este colectivo tengan muchos problemas a la hora de adaptarse y que queden excluidos de muchos recursos que están informatizados. Se sienten cada vez más fuera del sistema. La soledad, no teniendo una red de apoyo a veces suficiente para cubrir sus necesidades básicas y no tan básicas.

 -¿Como podemos ayudar al bienestar de las personas mayores?

Claramente lo primero de todo es tener sus necesidades básicas cubiertas y una vez  que esto es así, destacaría el pasar tiempo de calidad con ellos; es decir,  preguntar de manera sincera cómo está y cómo se siente y escuchar activamente; preguntar por aspectos de su vida que sabemos que son importantes para ellos y de los que les gusta hablar; disfrutar de aficiones juntos (escuchar música, jugar a las cartas, ir a un concierto o una obra de teatro, dar un paseo mientras se conversa, ver fotografías, etc.). Y además, pedir su opinión a la hora de tomar decisiones y dejarle elegir, mantenerlos informados sobre todo lo que tenga que ver con ellos o con el resto de la familia (se deciden muchos aspectos sin ni siquiera consultarles). Y sobre todo, tener presente y ser consciente de sus limitaciones y dificultades, adaptándonos a ellos, a sus tiempos, necesidades y peculiaridades sin anteponer las nuestras. No se trata de estar junto a ellos viendo la televisión y dejar pasar el tiempo sin establecer una relación y comunicación.

“Cuidar a las personas mayores va más allá de cubrir sus necesidades básicas, va también de compartir con ellos tiempo de calidad”

-¿Cómo afecta la soledad?

Como he comentado antes, es uno de los problemas que más sufrimiento produce, y siempre que hablo con los mayores comentamos las diferencias entre estar solo y sentirse solo. Hay personas que están rodeadas de mucha gente que se sienten solas, y otras que a lo mejor viven solos, pero no se sienten así. No es lo mismo la soledad deseada, que creo que todos alguna vez necesitamos, y la soledad que llega sin que la queramos y produce muchos sentimientos negativos. Miedo el poder llegar a sufrirla, tristeza cuando se produce e incluso enfado cuando no la esperamos y viene por ejemplo por una dejadez por parte de los hijos. Aunque existan problemas físicos que sean incapacitantes, la soledad es una de las cosas que más se teme cuando se van cumpliendo años. Este es un tema que sale continuamente en las terapias. Pierdes amigos, familiares, la red de relación social se cierra, hay problemas para desplazarse… las personas solitarias son menos activas y esto empeora su salud. Cuando nos aislamos y no hablamos con nadie nos deterioramos física y cognitivamente.

La soledad es una de las cosas que más se teme cuando se van cumpliendo años y que más sufrimiento produce”

 -¿Como ves la sociedad desde un punto de vista psicológico?

Veo una sociedad muy cansada e impotente y hay mucha crispación, parece que todo sienta mal y se nos obliga a posicionarnos en algún aspecto casi a diario. No hay en muchos casos una estabilidad, una visión de futuro clara y hay mucha incertidumbre en todos los aspectos (económico, político, social…). Se vive muy rápido y con mucho estrés. Nos cuesta expresar cómo nos sentimos de manera adecuada, hay muy poca educación a nivel emocional y a veces estamos tan centrados en nosotros y nuestros problemas que nos olvidamos de los de nuestro alrededor. Sin embargo, cada vez hay más interés por conocerse, por comprenderse, por cuidarse a nivel físico y mental, por lo que creo que toda esta visibilidad y poder hablar abiertamente de salud mental puede hacer mucho bien en los tiempos que corren.

“Veo una sociedad muy cansada e impotente, hay mucha crispación, parece que todo sienta mal y se nos obliga a posicionarnos en algún aspecto casi a diario”

¿De manera especial a los jóvenes? Acaparan la atención también en salud mental.

Pues, aunque la rapidez y la incertidumbre nos afecta a todos, las nuevas generaciones se están teniendo que adaptar a una realidad cada vez más cambiante e inesperada. En la mayoría de los casos sin tener la madurez necesaria y además con una baja tolerancia a la frustración cuando las cosas no salen como uno quiere, buscando placer inmediato.

Por otra parte, las redes sociales están afectando mucho a la manera de vivir y relacionarse, y de igual manera que muchas veces ofrecen ventajas, pueden ser el origen de muchos trastornos y problemas sobre todo en los jóvenes: problemas de autoestima, en la imagen corporal, problemas de ansiedad, ciberbullying, depresión, sentimientos de frustración, de culpa, falta de valores o superficialidad en relaciones de amistad y pareja...

 -Diriges un taller de estimulación cognitiva. Parece que estamos más preocupados por nuestra memoria que nunca.

Pues cada vez un poquito más y eso es bueno. Creo que físicamente lo tenemos superado el cuidarnos pero nuestro cerebro también envejece y hay que cuidarlo. El prevenir, importantísimo. Mira, la jubilación es un punto que hay que cuidar porque de estar muy activos pasamos a no hacer nada aunque hay quienes con la jubilación están más activos que nunca. Es un punto de parón neuronal igual que cuando los hijos se van de casa desaparecen muchos estímulos. Leer, música, teatro, crucigramas, memorizar… En definitiva, mover las neuronas.

-De los problemas emocionales y psíquicos ¿quién es más consciente el hombre o la mujer?

Creo que las mujeres pero por cuestión de una educación más emocional; los hombres están más acostumbrados a callar y a ser los fuertes. Va cambiando.

-Por cierto, Nieves ¿se puede ser feliz continuamente como nos invitan tantos mensajes diarios?

No, hay que atravesar emociones negativas para valorar las positivas y si no es así las buenas dejan de tener valor. Todas las emociones son necesarias el miedo, la tristeza, la ira…

-¿Cómo ves Criptana?

En cierta manera la veo como la veía cuando me fui porque me sigo rodeando de la misma gente y es más, he ampliado el grupo de relaciones por el trabajo. Pero, es verdad que no es la Criptana de cuando me fui, es una Criptana diferente propia de los tiempos. Hay incertidumbre, tiendas que se jubilan sin sucesión o se cierran mientras las compras on line lo inundan todo, hay jóvenes que estudian fuera y no vuelven, para muchos es un pueblo de paso o a donde venir de vez en cuando a ver a la familia. 

 


Imprimir   Correo electrónico

Publicidad

Image
Image
Pertenece a:
Image

BOLETÍN DE NOTICIAS

Suscríbete a nuestro boletín de noticias semanales para seguir la actualidad de Campo de Criptana.

SÍGUENOS
Facebook   Facebook  twitter Youtube

En campocriptana.info utilizamos cookies para mejorar tu experiencia al navegar por la web. Si quieres saber, To find out more about the cookies we use and how to delete them, see our privacy policy.

  I accept cookies from this site.
EU Cookie Directive plugin by www.channeldigital.co.uk