María del Mar García-Casarrubios, la apuesta por la naturopatía

“En los herbolarios no hay varitas mágicas, hay tratamientos con paciencia y constancia”

Laura Figueiredo (5 de mayo de 2021).- Vio y creyó. Nunca había oído hablar de la naturopatía pero cuando la medicina convencional no cura uno busca otras alternativas. Y eso hizo nuestra entrevistada cuando vio un cartel que ponía “consulta de naturopatía”. El tratamiento funcionó y  su hijo no ha vuelto a saber lo que son unas anginas.

Es María del Mar García-Casarrubios Pérez, lleva quince años abriendo la puerta de su pequeño herbolario. Un tiempo más que suficiente para aprender, conocer y seguir descubriendo nuevos productos y tratamientos naturales. Tras su experiencia personal decidía quedarse con la tienda que traspasaban sus anteriores propietarios.

Unos años en los que los herbolarios se han hecho un espacio y clientela que entra con toda naturalidad a por sus productos de siempre o buscando solución a más de un problema. Mari Mar nos recuerda que este tipo de medicina natural es tan antiguo como el mundo pero durante mucho tiempo se miraron de reojo y con desconfianza. Ahora los herbolarios son parte del paisaje de nuestros pueblos y ciudades. Nos cuenta las modas que acompañan al consumo de productos naturales, las dolencias más frecuentes…

La pandemia aumentó en un principio el interés por cómo preparar y aumentar nuestras defensas aunque en general no han cambiado mucho los hábitos. A través de los clientes nuestra entrevistada ha visto como hemos pasado en esta pandemia del miedo al principio a la expectación del pasado verano para llevar un invierno cansado que ahora ve en las vacunas la esperanza.

-Mari Mar, ¿Cómo llegas hasta Salvia?

Pues de rebote. Mira mi hijo coge unas anginas y le mandan Augmentine, y a los 20 días otra vez con fiebre y anginas y que siga con el antibiótico y así estuvimos desde octubre hasta abril. Y ya llegó un momento que no podía ser más. Paso por delante del herbolario, que entonces llevaban José María y Mari Cruz, y veo que pone “consulta de naturopatía” y pedí cita. Le vio el naturópata y en dos semanas el chico empezó a mejorar y ya no hemos vuelto a saber lo que son unas anginas. Y claro esto te hace plantearte –llevo ocho meses a base de antibióticos y este señor le da una mezcla de plantas en un jarabe, unas bolitas y unos minerales y mi hijo mejora… pues está claro que esto no lo conocen los médicos-. En fin que no era tan difícil, era cuestión de cambiar de tratamiento. Era un señor que venía de fuera una vez al mes, los sábados, y a mí y sobre todo a mi hijo nos fue muy bien, dio en la tecla.

“En unas semanas unas plantas lograron lo que no habían conseguido los antibióticos”

-Y dijiste que eso de la naturopatía iba a ser verdad.

Sí, había oído hablar de la curación con plantas y claro esto te da que pensar. Ese señor además te explicaba muy bien las cosas, el porqué, qué sobraba, qué faltaba y a mí todo eso me entusiasmó. Unos años después, los anteriores propietarios del herbolario, deciden traspasar, me insistieron en que me quedara con él. Y me dije –bueno voy a probar-. Y aquí sigo y sigo aprendiendo cada día algo nuevo.

-¿Cuáles son los motivos por los que la gente llega a un herbolario?

Muchas veces cuando estás cansado de la medicina farmacéutica como me pasó a mí y buscas otros remedios. Otros llegan por curiosidad, porque le han dicho…  y otros porque saben y confían en el valor curativo de las plantas y de los productos naturales. Esto no es nada nuevo, es mucho más antiguo que la aspirina.

-Sí pero durante mucho tiempo se ha visto este tipo de medicina natural como cosa del pasado y antiguo.

Sí, el herbolario no se veía como una tienda más abierta al público. Ahora y desde hace un tiempo es de lo más normal y de hecho en Criptana hay dos desde hace años. Hemos necesitado tiempo y el caso es que yo no conocía nada de este mundo ni a nadie relacionado con él. Eso de las plantas estaba olvidado aunque en el círculo más privado y familiar claro que siempre ha tenido sus remedios y seguidores. Gente que sabía y creía en ello. Desde hace años  hay más gente que confía en el poder curativo de los tratamientos naturales. No solo están las plantas también hablamos de acupuntura, aceites… nada nuevo pero sí que es verdad que se miraba de reojo, con poca confianza. Muchos solo conocíamos la medicina convencional.

-Ahora ya nos suena eso de la equinácea, aloe vera o ginseng, propóleo…

Desde hace un tiempo ya está en boca de todos y en los anuncios publicitarios. Son parte de nuestro vocabulario.

“Desde hace tiempo palabras como ginseng, propóleo, equinácea… son parte de nuestro vocabulario”

-¿Qué busca la gente?

Varitas mágicas. Adelgazar pero sin ajustarse a pautas, que nos quiten los dolores, dormir bien, buenas digestiones, calcio para los huesos… y todo lo queremos ya y se olvidan de que todo tiene su proceso y hay que ser muy constantes. Si nos duele algo es por algo y ha necesitado su tiempo para dar la alarma y de la misma manera para solucionar ese dolor hay que desandar el proceso y eso es, como te decía, tiempo y constancia. No es instantáneo  lo que pasa es que estamos acostumbrados a tomar una pastilla y al rato ya no nos duele nada pero claro el problema sigue ahí.

 -Veo que la cultura del todo ya llega también a los herbolarios.

Así es. Estamos acostumbrados a vivir a base de clics y quien entra al herbolario debe saber que seguro que hay solución pero no va a salir con el problema resuelto. Va a salir con un tratamiento o con algún producto natural que disminuya ese problema.

-¿Cuáles son los principales problemas?

No duermo, se me cae el pelo, tengo acidez, por qué me inflo, algo que me ayude para la ansiedad o me duelen todos los huesos, las piernas, estreñimiento, qué puedo tomar…

-¿Con la pandemia han cambiado las preocupaciones de la gente?

Viene prácticamente la misma gente y siempre hay quien busca, sobre todo al principio, más defensas. Pero la verdad es que pasados los meses, la pandemia no ha cambiado mucho nuestros hábitos en el herbolario.

“La pandemia no ha cambiado mucho nuestros hábitos en el herbolario”

-Mari Mar ¿qué tomo para aumentar las defensas?

Vitamina C, equinácea, uña de gato, propoleo de las abejas, zinc… y muy importante probióticos de buena calidad. Hay preparados con un poco de todo esto y en una cápsula. Y lo que es muy bueno son los hongos: el maitake, reishi, shiitake, fortalecen el sistema inmunológico y ya vienen preparados en cápsulas. La verdad es que las hierbas al natural siguen estando pero cada vez más se comercializa en forma de comprimidos, infusión, jarabe, gotas…

-Veo en los herbolarios también una amplia gama de productos alimenticios. ¿Son parte de esa medicina natural?

Vamos a ver, la alimentación es primordial y cada vez somos más conscientes de ello. De hecho, aquí en el herbolario no hay medicamentos, hay complementos alimenticios y como su nombre indica complementan una alimentación que debe ser sana y la adecuada para cada persona. Por mucho que nos tomemos un producto natural para dormir siempre hará más efecto si lo acompañamos de unos buenos hábitos y entre ellos está la alimentación.

-¿Comemos bien?

Pues la verdad es que cada vez más la gente se preocupa por lo que come. En los herbolarios tenemos generalmente alimentos ecológicos y poco a poco van teniendo más demanda: semillas, aceites, bebidas vegetales…

-Pero os han salido competidores en los supermercados y grandes superficies.

Cada vez más y con una gama de productos amplios. Yo te digo que sin embargo la gente que apuesta por una medicina  natural y una alimentación ecológica confía más en los herbolarios  porque se trabaja con productos de alta calidad. Ahí está toda la gama de infusiones y de cereales de muy diferentes formas y colores.

-¿Hay modas?

Sí, por supuesto. Hay corrientes que si el magnesio,  el aloe vera, que si el mijo, el amaranto, semillas de amapola… Ahora mucho las semillas de cáñamo; hay hasta leche de cáñamo.

-¿El herbolario excluye a las farmacias?

Las farmacias tienen su espacio y su función y lo que está pasando es que ahora las farmacias están absorbiendo muchos productos que eran propios de los herbolarios. Casi todas tienen su apartado de herbolario y productos naturales. La naturopatía es una medicina alternativa y complementaria que va mucho más allá de lo que muchos dicen como efecto placebo. Sí que funciona y si yo estoy aquí es porque comprobé que funciona. Es medicina alternativa y complementaria.

“Los herbolarios y las farmacias tienen sus espacio y su función. Nos complementamos”

-¿Vienen más ellas que ellos?

Vienen más ellas que ellos aunque cada vez se suman más hombres y  de 25 años para arriba.

-¿Qué cuenta la gente?

Este es un buen sitio para la charla. Antes de la pandemia venían unas chicas que practicaban el Toque Zen, era gratuito y siempre había cola. Todo se convertía en una terapia porque hacían a la gente mayor salir, relacionarse, contar, hablar y esto era un cuchicheo constante. Muchas veces era la mejor cura, hablar y tratar con la gente. Te das cuenta que hay mucha soledad.

“Muchas veces la mejor cura es hablar y tratar con la gente. Te das cuenta que hay mucha soledad”

-¿Cómo has visto y ves a la gente en este año de pandemia?

Al principio muy asustada, en verano expectante y en invierno cansada y harta y ahora  ya empieza a ver más alegría y esperanza con las vacunas. También hay desesperación –esto no se acaba nunca-. La verdad es que es muy triste. 


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