“El cerro lo tiene todo y a todas horas: luz, paz y la Virgen”
Laura Figueiredo (28 de junio de 2022).- Ya son caras habituales para todos quienes suben al cerro de la Virgen. Llevan casi año y medio de santeros y en tan poco tiempo la climatología les ha acercado de todo: nieve, tormenta de tierra y calima. Y eso sin contar con todo el protocolo COVID que han tenido que estar cuidando y haciendo cumplir hasta hace unos meses. Como bien dicen “las cosas están raras, pero menos mal que tenemos la ayuda de la Virgen”. Les gusta su trabajo y es más, lo ven un privilegio, el poder trabajar en un sitio lleno de luz, paz y al lado de la patrona de Campo de Criptana.
Son Mari Flor Martínez González y Santiago Jiménez Medina, los santeros de la Virgen de Criptana. Con ellos hablamos de su día a día en el santuario, de la gente que sube y que baja, que entra y sale de hacer la visita a la patrona, de su primera experiencia como santeros en el Día de la Virgen, del tiempo, de la importancia de lo sencillo y de saber ser agradecido. Los dos sienten que el estar tan cerca de la imagen de la patrona de Criptana les puede dar cierta ventaja a la hora de que esta escuche y atienda sus peticiones.
-Aquí, en el cerro, se está en la gloria bendita. Una mañana de junio espléndida.
Santiago.- Esto es una maravilla en días como hoy. Un privilegio que pocos tienen a la hora de trabajar: paz, luz y la Virgen, ¿qué más podemos pedir?
"Un privilegio que pocos tienen a la hora de trabajar: paz, luz y la Virgen, ¿qué más podemos pedir?"
-Mari Flor.- Aquí hay gente que se tira un buen rato haciendo fotos, que si a las nubes, que si a la puesta del sol… vienen muchos. El cerro lo tiene todo y a todas horas
S.- Sí, muchos pasan unos minutos a ver a la Virgen y luego a mirar el paisaje.
- Pero viene apretando el calor…
M.F.-Nos espera una buena.
S.- Aquí te vas defendiendo. A primera hora barrer dentro de la ermita y arreglar el jardín, luego refrescar y para cuando empieza a apretar toca hacer faenas dentro para que todo esté limpio y que la gente cuando venga lo vea en condiciones y esté contenta.
- ¿Viene ahora más gente que hace un año?
S.- No se nota diferencia, es un chorreo continuo. Unos días más y otros menos, pero no faltan visitas a la Virgen, incluso cuando había confinamiento del pueblo, aquí no faltó gente. No ha parado de venir gente.
M.F.- Los sábados y domingos más gente y también de fuera. Te dicen lo bien cuidado que está esto. La Junta se preocupa mucho y nosotros queremos que esté lo mejor posible porque la Virgen es nuestra patrona y se merece todo.
-Empezasteis como santeros de la Virgen en enero de 2021 y tuvisteis un Día de la Virgen atípico. Este año se pudo celebrar ¿Fue como esperabais?
S.- Fue lo que esperábamos, aunque para nosotros era el primer año como santeros, porque siempre hemos estado en el otro lado. Toda la vida lo hemos celebrado como devotos y ahora como devotos y santeros. Contento también por cómo respondió la gente. Y vino mucha, mucha gente y se puso el cerro como nunca.
F.- Lo viví con mucha alegría y ganas. Mucho trabajo pero con mucho gusto.
S.- Este año hemos tenido dos días de Virgen, por una parte, la traída y llevada y, por otra parte, el domingo con las bandas de cornetas y eso fue un lleno total. En este pueblo somos mucho de la Virgen y de la Semana Santa y se juntó todo.
-Dos años sin celebraciones, pero creo que este año y el que viene no van a faltar actos y actividades.
S.- Pues mira. Esta vez los 475 años del voto y el que viene los 800 de la aparición de la Virgen.
F.-No van a faltar celebraciones, pero mientras sea celebrar bienvenido sea. No nos vamos a aburrir. Lo importante es que estemos bien, salga todo bien y estemos todos contentos.
-¿Cómo empezó esta aventura de ser santeros?
S.- Pues mira, nos quedamos en puertas del Cristo y seguimos nuestra marcha. Después vi por Facebook que la Junta buscaba santeros para la Virgen y ya lo hablamos entre nosotros y eso hicimos. Tras dos meses lo daba por perdido, pero me llaman y me dicen que sí que contaban con nosotros como nuevos santeros. Hablamos de las condiciones y aquí estamos los dos mano a mano desde enero de 2021.
-Creo que vuestros inicios como santeros fueron un tanto fríos.
S.- Nos pilló la Filomena a los pocos días de empezar aquí. Ese día cogimos el coche y la carretera estaba limpia, pero acercándonos ya a la Virgen el coche se nos quedó en medio y estuvimos dos días sin poder subir. Luego ya subíamos andando y dejábamos el coche abajo. Había nieve para aburrir.
M.F.- Esto estaba intransitable y a pesar de ello había gente que subía, pero lo más difícil era bajar.
S.- Tuvimos que hacer unos pasillos porque no eran muchos, pero alguno que otro llegaba hasta arriba y más que nada por la foto. La estampa era todo blanco y arriesgaban más de un hueso.
“Nos estrenamos con la Filomena y aquí más de uno arriesgaba más de un hueso por hacer una foto”
M.F.- Sí, a una la tuvimos que ayudar a bajar. Era para vernos porque subir había subido, pero bajar ya no bajaba, se escurría para todos los lados. Tenía miedo.
-Entre los requisitos para ser santero no estaba el de saber esquiar.
S.- Para nada ni los esquís en el equipo. Lo que sí tengo es el gorro de paja porque aquí nos esperan días de sol-sol. Nunca pensamos que empezaríamos así el trabajo ¡Madre mía! La de nieve que quitamos, pero la Virgen nos ayudó desde el principio.
“¡Madre mía! La de nieve que quitamos en la Filomena pero la Virgen nos ayudó desde el principio”
S.- Luego estuvimos muy dedicados al jardín y vaya margaritas salieron en primavera, gigantes. Todo el mundo se hacía fotos delante de ellas.
-Luego vino más…
M.F.- La tormenta de tierra en verano que no se veía más que tierra y tierra por todos sitios y otra vez a limpiar.
S.- Y la calima con todo rojo. En fin, que parece que últimamente acude todo, esto está raro.
-¿Por qué sois santeros?
S.-Porque teníamos tiempo, no teníamos otras ocupaciones y es una manera de completar la pensión. Esto es lo que suele pasar con casi todos los santeros porque hay que tener en cuenta que esto no lo puedes compaginar con otro trabajo, hay que dedicar tiempo completo.
M.F.- Estamos desde la mañana hasta las 6, 7 y 8 de la tarde según la época del año y de lunes a domingo excepto los martes. A todo eso se une con que nos gusta estar al aire libre y en el campo y si es al lado de la Virgen mejor que mejor.
-Santero es una palabra antigua, pero no tiene nada que ver con la idea que se tiene de ellos.
S.- Tiene siglos de historia, pero ha cambiado mucho. Para empezar vivían aquí con toda la familia.
-¿En qué consiste vuestro trabajo?
M.F.- Limpiar la ermita dentro y fuera. Nada más llegar, antes de abrir a la gente, barremos dentro y todos estos pasillos de entrada. Luego a las dos, cuando no viene gente, aprovecho para pasar bien la fregona y así nadie pisa. Los aseos hay que tenerlos también bien limpios.
S.- Que la gente no tenga queja y vea esto limpio y cuidado como debe ser y como la patrona se merece.
-Aparte de limpiar…
M.F.- Está el atender a la gente que sube y eso es muy importante. Que quieren comprar algún recuerdo, un rato de charla… la gente de fuera es la que más pregunta.
S.- Es que, como nos dijo desde el principio el presidente de la Junta, nosotros somos la imagen de la hermandad en el día a día. Somos la cara de la hermandad, la imagen que demos es la que va a dar la hermandad.
“Somos la cara de la hermandad, la imagen que demos es la que va a dar la hermandad”
-M.F.- Y si no cierras a la 8 y cierras un poco más tarde, pues no pasa nada.
-¿Se sienten observados?
S.- Yo no
M.F.- Yo tampoco
-¿Y valorado?
S.- Pues se agradece cuando la gente te dice -qué limpico lo tenéis- o -qué hermosa está la ermita-. Eso se agradece y te llena.
M.F.- Quejas no nos han llegado.
-Cuidáis hasta de los pájaros que son unos cuantos y bien contentos que están, venga a piar.
M.F.- Todas las noches les dejamos agua para que beban y sí, mira qué de piar se traen. A ver, igual que le dejamos un cacharro para que beban los perros, los pájaros también tienen derecho.
-¿Cuidamos del cerro?
M.F.- Los niños son niños, aunque también los hay menos niños que no tienen cuidado. Hay algunos jóvenes que vienen a derrapar con el coche y hay que decirles algo.
S.- De todo hay. Todos hemos sido chicos y hay que estar pendientes. Mira la gamberrada del Día de la Virgen con todos los contenedores tirados. Menos mal que vino el Ayuntamiento y lo hizo rápido y bien.
-La ermita también es un reto deportivo y meta de competiciones.
S.- Mucha gente corriendo y venga a subir y bajar la cuesta. Hay gente que hace ruta desde aquí y otros se dan unas cuantas vueltas a la ermita.
M.F.- Y los ciclistas, sobre todo los fines de semana. Cada uno lo disfruta de una manera.
-¿Qué le pedís a la Virgen?
M.F.- Yo le tengo devoción desde chica, de toda la vida y siempre hay que estar pidiendo y dando gracias. Pides, pero a veces se olvida agradecer porque son muchas cosas las que te pasan en la vida, pero cuando se solucionan, que se solucionan, hay que dar gracias, hay que ser agradecidos.
“ A la Virgen siempre hay que estar pidiéndole y dándole gracias. Hay que saber ser agradecidos”
S.- La Virgen ha sido nuestra insignia, la he llevado y traído muchas veces. Me llena la Virgen y es una devoción y un privilegio trabajar a su lado. Y por pedir… podemos aburrir a la Virgen. Es ir cumpliendo con el día a día, con una vida sencilla y que nos siga dando la alegría de estar aquí. Cada uno le pedimos a nuestra manera y es que estás aquí en lo alto y te da que estás más cerca y parece que te va a hacer algo más de caso.
“Y es que estás aquí en lo alto y te da que estás más cerca y parece que la Virgen te va a hacer algo más de caso”
