Juan Sánchez Sánchez-Mellado, de Criptana a Madrid y de la poesía a la acuarela

“No puedo concebir el arte y la poesía sin la belleza y la luz que tiene Criptana”

Laura Figueiredo (27-9-2022).- De profesión, delineante; afición desde joven, escribir poesía; descubrimiento en la jubilación, la acuarela. Cinco años que han dado para mucho pincel, colores y motivos con pandemia incluida que le obligó a encerrarse entre pigmentos y lienzos. Estas dos últimas semanas hemos podido disfrutar de una selección de sus más de 300 acuarelas expuestas en la Casa de Cultura de su pueblo natal, Campo de Criptana y con notable éxito.

Es Juan Sánchez Sánchez-Mellado y desde el 10 de octubre hasta el pasado domingo, 25, nos ha acercado su trabajo pictórico. La respuesta ha sido todo un éxito tanto por el número de visitantes como por la venta de unas acuarelas en pequeño tamaño llenas de formas, motivos y colores con chispa y vida. “La poesía del agua” ha sido el título de la exposición de un criptanense poeta y acuarelista. Dos semanas intensas que han animado aún más a Juan a seguir dando pasos y lograr nuevos retos sobre sus lienzos.

Juan ha vivido más de 40 años en Madrid, donde ha trabajado como delineante proyectista. Nació en el barrio del Albaicín en 1953, estudió en el colegio de las monjas, se formó profesionalmente en la Universidad Laboral de Zamora y en el colegio La Paloma de Madrid. Ha tenido tiempo para la enseñanza de Matemáticas, Dibujo Técnico y Geometría Descriptiva. Su gran afición ha sido la poesía con dos poemarios publicados y presentados en la Casa de Cultura criptanense. Ahora la poesía la escribe con pinceles.

Juan nos cuenta que su ilusión era aprender a pintar con acuarela, para lo que ha tenido que esperar a contar con el tiempo que da la jubilación. Se considera autodidacta con ayuda también de amigos y de los magníficos tutoriales de YouTube donde está todo. Nuestro pintor ya tiene una nueva meta, descubrir y plasmar las muchas tonalidades que llevan al color negro a desteñirse hasta el blanco y crear un estilo propio.

Este poeta pintor es un enamorado de su pueblo a donde nunca dejó de venir con frecuencia. Ahora se permite pasar largas temporadas con su mujer también criptanense, Carmen Gloria García-Casarrubios Sainz. Juan no solo cuenta con tiempo, también cuenta con el entusiasmo de seguir aprendiendo y mejorando en unas acuarelas donde además de la magia del agua está la magia de la poesía y la luz de su pueblo natal.

-La poesía del agua, un bonito título para la exposición ¿hay poesía en tu acuarela?

Yo creo que la acuarela es una forma de plasmar la poesía, tienen mucho en común. Vas plasmando sensaciones a través del agua y los pigmentos y vas haciendo en cierta manera un poema.

“Vas plasmando sensaciones a través del agua y los pigmentos y vas haciendo en cierta manera un poema”

-¿Cuándo empezaste a escribir poesía?

Desde bien jovencito llevo haciendo poesía y ya son más de 45 escribiendo. He escrito veinte poemarios y aquí en la Casa de Cultura me han editado en el 2006 una antología poética y en el 2017 una antología que recoge casi el cien por cien de mi obra en un libro titulado “Cuarenta años de poesía”.

- ¿Y cuántos años de acuarela?

Llevo solo cinco, desde el 2017 hasta ahora. Pocos, pero prolíficos, tengo 340 obras terminadas.

-¿La pandemia ha ayudado?

Mucho, ese tiempo estuve constantemente pintando.

-¿Y por qué acuarela tras la poesía?

Yo me jubilé con 64 años y tengo 69. La acuarela ha sido una ilusión mía desde siempre; algo que tenía aparcado a la espera de contar con tiempo y eso es lo que tengo ahora, tiempo y muchas ganas de aprender.

“Ahora cuento con tiempo y muchas ganas de aprender”                                                      

-El problema en la jubilación es cuando no tienes nada aparcado.

Efectivamente, es cuando se pasan las horas y los días sin más. No es mi caso, siempre he ocupado el tiempo con la poesía o con el dibujo. Durante varios años en Madrid he dado clases de Dibujo Técnico y Geometría Descriptiva, un área sobre el que edité un libro. Pero además de tener una lista de cosas pendientes para cuando tengas tiempo, hay que tener ganas e ilusión por seguir aprendiendo.

-¿Autodidacta?

Prácticamente. Los tutoriales ayudan mucho y además tengo amigos en Madrid que me han asesorado y aquí a Andrés Escribano que es primo mío, en fin… que sí, autodidacta, con buenos consejos.

- ¿Cuántas acuarelas llevaste hasta la Casa de Cultura?

Seleccioné 76 de un total de más de 300 que tengo acabadas. Había un poco de todo, animales, retratos, paisajes, exteriores, interiores, algunas pinturas de Portugal y también tengo rincones de La Mancha. Muy variada, con cuadros también de técnica mixta de dibujo y acuarela como esa Plaza de Toros de las Ventas.

-Tratas temas de lo más diversos ¿Cómo surgen los motivos?

Primero he querido probar y dominar los diferentes estilos: interiores, exteriores, retrato… para coger un estilo y especializarme con el tiempo, en una siguiente etapa. Es verdad que es difícil eso de buscar un estilo propio, pero es lo que me gustaría lograr de tal manera que la gente cuando vea una acuarela diga -esa acuarela es de Juan Sánchez-.

“Me gustaría lograr un estilo propio de tal manera que la gente cuando vea una acuarela diga -esa acuarela es de Juan Sánchez-“

-¿Esperabas la respuesta que ha tenido la exposición?

Yo en principio no quería hacer la exposición porque considero que no dejan de ser obras de inicio, pero entre unos y otros me animaron asegurándome que merecía la pena y que no iba a hacer el ridículo. Y ha gustado mucho, con una acogida increíble ya desde el día de la inauguración. Una verdadera sorpresa con muchos cuadros vendidos.

-¿Cómo defines tu acuarela?

Defino mi acuarela como una acuarela de búsqueda hasta centrarme en un estilo propio.

-¿Ahora ese estilo hacia dónde va?

Pues tengo pensado hacer tanto exteriores como interiores y retratos solo en blanco y negro, tocando el pigmento negro en sus distintas totalidades. Como las fotos antiguas en blanco y negro en sus diversas gamas. Sí, ese es el reto, una serie de acuarelas con todos los matices hasta llegar al negro.

-¿Poesía o acuarela?

Las dos. La poesía no la he dejado, sigo escribiendo pero con menos intensidad que antes. La poesía sin acuarela y acuarela sin poesía es un binomio que ahora no puedo separar.

“La poesía sin acuarela y acuarela sin poesía es un binomio que ahora no puedo separar”

-¿Con qué color te quedas?

Como te he dicho, me gusta mucho el blanco y negro y las sombras y gamas que puedes llegar a crear. Y ese es mi próximo paso.

-¿Vives en Criptana?

Vivo entre Criptana y Madrid y cada vez estamos más tiempo aquí ahora que puedo. De todas formas, yo nunca he dejado de venir durante los más de 40 años que he estado fuera trabajando.

-¿Cómo ves Criptana?

Yo me he criado en el 35 de la calle del Caño, en el Albaicín. Criptana la llevo en mi sangre. No puedo concebir el arte y la poesía sin la belleza y la luz que tiene Criptana. Es primordial y aquí me siento completamente cómodo. Además, Criptana está mejor que hace años y en arte este pueblo es un portento. Aquí hay lo que no hay en toda la comarca: pintura, libros, escultura, folklore, música, teatro, musicales, deporte por todas partes... Criptana es arte por los cuatro costados, Criptana está como nunca.

“Criptana es arte por los cuatro costados. Criptana está como nunca”

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