José Vicente Villafranca e Ino López de la Rica, un criptanense y un arenalero entre pinturas, brochas y buen hacer

“En este pueblo nos gusta meternos en pintura”

Laura Figueiredo (Campo de Criptana, 14 de noviembre de 2023).- Cuarenta años de brocha en mano. Con 14 años salió a aprender un oficio que le gustaba desde pequeño cuando trasteaba en la cámara de la casa de su madre. Mili y vuelta a la pintura ya con quien considera su maestro, Primitivo Olivares quien a su vez supo aprender de su padre. El tiempo les hace socios hasta que el maestro se retira, nace una nueva empresa con el mismo nombre, pero con un nuevo socio y ya suman juntos 21 años.

Son José Vicente Villafranca Quintanar e Inocente López de la Rica Escribano. Hablo primero con el más veterano en el oficio para luego sumarse Ino, que no en balde es otro pintor con años de profesión a la espalda.

A los dos les gustan los retos, esos que exigen algo diferente, un salir de lo habitual para luego poder decir que uno se siente satisfecho. Sienten que su trabajo se valora y se sabe apreciar lo bien hecho. José Vicente nos cuenta que en este oficio todo ha cambiado empezando por la propia clientela y siguiendo por las modas y los materiales. Nos dice que son ellas las que suelen llevar la batuta a la hora de elegir colores, estilos, fechas… y nos asegura que lo de tener pintores en casa no es para asustarse porque esto también ha cambiado. Afirma bien seguro -–que esto es peor de pensar que de pasar-. Y es que -los pintores ya no manchamos-.

Tanto a José Vicente como a Ino les quedan ganas y energías para los fines de semana disfrutar de una buena afición. Villafranca bailando jotas manchegas en Los Trovadores de la Mancha e Ino corriendo en las competiciones de carreras de orientación. Toca dejar la brocha y coger castañuelas y mapa.

-José Vicente, familia muy de Criptana a juzgar por los apellidos ¿Lo de pintar también es muy de familia?

No. Desde pequeño siempre estaba enredando con pinturas y brochas. En casa había unas cámaras donde mi madre tenía pues el aceite, los lienzones de la aceituna y trastos y siempre había botes de pintura porque a mi madre sí que le gustaba eso de “dar una cinteja”. Yo me subía y enredaba y ya me regañaba porque dejaba las brochas fuera y se secaban. Así es que no me viene de familia, pero por lo que sea siempre me ha gustado.

“Lo de pintar no me viene de familia, pero por lo que sea siempre me ha gustado”

 

-Eres de los que ejerciste primero de aprendiz.

Que es cómo mejor se aprende. Cuando termino el colegio me gustaba pintar y también me gustaba la carpintería. Lo que pasa es que mi vecino, Pepe Alarcos, me dijo que si me iba a echar el verano con él a pintar. Habla con mi madre y yo pues que vale y me fui. Y lo primero que hice fue pintar un somier de aluminio en casa de Julián Esteso, el practicante, me acuerdo perfectamente. Y ya desde el 82 con la brocha en la mano, más de 40 años.

“Antes solo se usaba la brocha gorda y la escoba para enjalbegar”

 

-Y en estos más de 40 años ¿Qué ha cambiado más, la gente, las técnicas, las modas, la pintura…?

Ha cambiado todo. La gente ha cambiado, la clientela antes era más fiel con el profesional. Eras el pintor de tal o cual casa y ahora es más de… -¿y cuánto te han cobrao?- sin fijarse mucho en más, ni en el qué se ha hecho ni en cómo se ha hecho. Es muy fácil decir me han pintado dos salones, pero detrás hay muchos etc, etc. La clientela ahora es menos fiel y se rige más por el presupuesto. Cierto y verdad que queda clientela fiel pero siempre están los volátiles. Como decía el padre de Primitivo, que también se llamaba Primitivo, la clientela es como un bando de palomas unas vienen y otras se van. La pintura también ha cambiado, cuando yo empecé se utilizaba mucho el temple al agua tanto en liso, en gotelé o en picado. El rallado con rodillo de caucho y las herramientas se han sumado. Antes solo se usaba la brocha gorda y la escoba para enjalbegar.

“La clientela ahora es menos fiel y se rige más por el presupuesto”

 

-¿Y cuándo te pones por tu cuenta?

Bueno, yo estuve con Pepe unos cuantos años y me llama Primitivo Olivares, luego con su primo José Mari Olivares y también con Fernando y José Andrés y me iba turnando. Trabajaba con tres a la vez.

-¿Quién consideras que fue tu maestro?

Como te he dicho antes, le debo esta profesión a Pepe Alarcos que fue con quien empecé. Profesionalmente me he curtido con Primitivo Olivares. Fernando y José Andrés se dedicaban más a la cal.

“Le debo esta profesión a Pepe Alarcos que fue con quien empecé. Profesionalmente me he curtido con Primitivo Olivares”

 

-¿Y qué es lo que más te gusta?

Lo colores me encantan y los retos. Cuanto más deteriorado está algo más me gusta, más reto. Lo que menos me gusta es el esmalte, las puertas, marcos… porque se llevan mucho tiempo y no cunde lo que debería.

-¿Algún trabajo del que te sientas especialmente orgulloso?

Pues son muchos, pero ahora mismo me acuerdo en casa de Victoria, Vitito. Reto, fue pintar y empapelar su alcoba, vestidor y baño y un orgullo el visto bueno de su hijo, Pepe Leal que es muy exigente además de un famoso decorador. Ese trabajo quedó muy bien.

 -Ahora se vuelve a llevar el papel.

Sí, con una diferencia de los de antes. Antes se empapelaba mucho para tapar defectos y deterioros de las paredes y con un papel muy normal. Pero ahora, hay papeles preciosos y disfruto mucho. Ahora no se empapela la habitación entera, se combina con la pintura. Luego hay otra cosa, que también me gusta mucho, que es hacer un falso estuco que también queda muy bien.

-Habrás visto un montón de modas.

De todo. Ya no se lleva el gotelé y en su momento nos hartamos a hacer gotelé. Tenemos ahí el equipo que está ya más que obsoleto. Hay veces que vamos a una casa con gotelé con un rodal de humedad y solo repasamos ese trozo.

“En su momento nos hartamos a hacer gotelé”

 

-¿Qué tal es la clientela?

Pues es una clientela a la que le gustan las cosas bien hechas y a nosotros también. Hay cosas que la clientela no nos consiente y es que nosotros también somos exigentes con nosotros mismos. Y es verdad que cuando se retiró Primitivo nos queda una clientela de mucho movimiento.

-¿Cuándo te pones por tu cuenta?

Pues dejé ya a José Mari y Fernando y cuando vuelvo de la mili, 18 años, Primi me dice que su padre se jubila y que necesita a uno así que allí me quedé. Y estuvimos juntos muchos años Primitivo y yo, luego vino mi sobrino Ino, Inocente López de la Rica, además estaba el hermano de Primi, José Manuel. Había mucho trabajo. Y con él estuve hasta que tuvo que irse por sus problemas en la rodilla a otro trabajo y se jubila. Y es cuando nos ponemos por nuestra cuenta Ino y yo en una misma empresa.

-¿Es tan horrible estar de pintores?

Es que a nadie le apetece la que se lía para pintar. Pero ya estamos nosotros para decir –no os preocupéis que esto es peor de pensar que de pasar-. Y sí, es verdad que es un lío porque las casas se desgobiernan, todo se altera. El salón va a la alcoba, la alcoba al salón… Lo más cómodo es pintar una vivienda vacía. Y ahora no manchamos y ese es otro cambio y exagerao.  Para empezar, hay un material que no existía como la cinta de carrocero, el plástico con el que cubrir todo o las lonas del suelo, telas… Otro cambio esencial, los pintores ya no manchamos. Yo me acuerdo que cuando yo empecé que se cogía una fregona y según terminabas ibas fregando. Ahora no, se prefiere perder en una habitación un par de horas en taparla en beneficio de todos.

-¿Quién manda más las mujeres o los hombres?

Pues nosotros trabajamos más con las mujeres, pero es cierto que los hombres están cada vez más comprometidos con este tema. Y hay hombres que no quieren saber nada de nada y que todo les parece bien.

-Josevi, estamos en un pueblo que se pinta mucho y además con calendario.

Sí, se pinta mucho en este pueblo y en otros no ves el lustre que se ve en las fachadas de aquí. Aquí nos metemos mucho en pintura.  Bueno. ahora menos que antes; antiguamente, llegaba Semana Santa y el recorrido de las procesiones se encalaba todo. Todo estaba hecho para cuando llegaba la semana coja, que es la Semana Santa propiamente dicha, y se dejaban sin pintar las cintas para pintarlas la misma mañana, en el último momento poco antes del paso de la procesión. En este pueblo nos metemos mucho en pintura.

-¿Y qué dice vuestro calendario?

 Antes… hace unos años para estas fechas de casi invierno flojeaba el trabajo. Quedaban los enjalbegadores que ya para todos los Santos colgaban los cubos y se iban a otras faenas. Reanudaban la tarea pasado Carnaval. Ahora es diferente, hay más construcción y el calendario no manda tanto.

-¿Se aprecia la profesionalidad?

Sí, creo que la gente la sabe valorar.

-¿Qué es más duro el trabajo físico como pintor o ser autónomo?

La gente siempre se está quejando de autónomos. No lo llevo mal y miro esa flexibilidad que da el ser autónomo. Siempre he sido autónomo.

-En Criptana es verdad que hay muchos pintores y se pinta mucho, pero ¿cómo ves el futuro?

El futuro… yo creo que pasa como en todos los oficios que no hay gente y luego ahí están las listas del paro y me llama mucho la atención. Hay que tener disposición para trabajar.

“El futuro… yo creo que pasa como en todos los oficios que no hay gente y luego ahí están las listas del paro”

 

De debajo de la escalera aparece Ino, el socio de José Vicente en la empresa que entre los dos tienen de pintura en general además de colocar papel pintado y vinílicos. Es Inocente López de la Rica Escribano, sobrino de José Vicente y de Arenales de San Gregorio. Me cuenta que empezó a trabajar como pintor de forma accidental y nunca mejor dicho. –Primi y su hermano se accidentaron por una caída y había mucho que hacer entonces Josevi me dijo que si me iba con él unos días y llevo 21 años. Ahora ya como socio-.

A Ino le gusta su trabajo porque entre otras cosas es un trabajo muy agradecido:  –coges las cosas que están feas y las dejas nuevas. La satisfacción personal es grande-.

“Pintar es un trabajo muy agradecido. Coges las cosas que están feas y las dejas nuevas”

 

Si tiene que hablar de un trabajo del que esté orgulloso, Ino lo tiene claro: “pintar la iglesia de mi pueblo por dentro y por fuera y cualquiera lo hacía mal con todo el mundo mirando a ver cómo lo dejaba”. El caso es que nuestro pintor aprobó y con nota alta.

A nuestro pintor arenalero le gusta su trabajo y ve como la mayoría de la gente sabe valorar un oficio muy arraigado en Campo de Criptana. En cualquier caso, Ino nos dice que siempre hay gente que –cree que esto de pintar es fácil y que cualquiera lo puede hacer y sí, cualquiera lo pude hacer, pero, de cualquier forma-.

-José Vicente, sé que sacas tiempo y ganas para ir con los Trovadores a bailar la jota manchega.

Me gusta mucho.  Me reenganché en el 50 aniversario de los Trovadores y es que me trae muy buenos recuerdos. Ya a mi padre le gustaba y tocaba la guitarra. Además, es que a mí me gusta bailar en general que si una jota manchega que si un baile de salón, latino… Los Trovadores de La Mancha no paramos; dentro de nada estamos cantando villancicos en el teatro o participando en lo que nos pidan. Siempre hay algo que hacer y colaboramos en lo que podemos. Tenemos más actividad de lo que parece.

-Ino ¿Y a ti te quedan ganas para bailar también?

No, lo mío no es el baile; lo mío son las carreras de orientación y no lo llevo nada mal. Es un deporte muy completo y también con muchos retos.

 

 

 


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