La peregrinación a Lourdes en marcha de nuevo
Laura Figueiredo (17 de junio 2022).- No es la reja del Rocío, es la reja que separa en Lourdes la fe y la esperanza del espectáculo, el negocio y el turismo. “Hay que pasar la reja y mirar con otros ojos” así de clara es Domin Panadero quien lleva 24 años seguidos yendo a la peregrinación que organiza la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes en la Diócesis de Ciudad Real. Casi desde el principio es ella quien coordina la salida desde Campo de Criptana. Un tiempo que bien merece la medalla de oro que Domin recibirá en el santuario dentro de unos días.
La peregrinación vuelve a ponerse en marcha tras dos años suspendida. Parte sin enfermos y con bajas pero con algunas caras nuevas y sobre todo con la ilusión y las ganas de volver a Lourdes y compartir tanto con tantos.
Domin habla desde el corazón y con una alegría que contagia sobre una experiencia que hay que vivir. Una experiencia que es muy personal pero que queda unida en todos los casos por la fe. Unos porque van en búsqueda, otros porque es la fe la que les mueve y empuja y otros porque sencillamente tienen curiosidad. Al final, unos vuelven con la fe fortalecida, otros con una experiencia que desean contar y compartir y otros, los menos, vacíos porque no han sabido buscar.
Así nos lo explica Domin quien ha visto mucho en todos estos años. Sabe que hay un espectáculo y comercio que a los primeros que desagrada es a los propios creyentes. “Ahí no ves la fe y si te quedas en todo eso no avanzas” señala nuestra hospitalaria quien añade que “hay que pasar la reja y mirar con otros ojos. Ahí cambia todo, una simple reja que marca”.
"Hay que pasar la reja y mirar con otros ojos. Ahí cambia todo, una simple reja que marca”
Domin hacía su primera peregrinación animada por su prima y acompañada por Nieves Utrilla. Los primeros años salían junto al grupo de Tomelloso pero en poco tiempo aquí, en Campo de Criptana, el grupo era lo suficientemente grande como para hacer una delegación de la Hospitalidad de Ntra. Sra. De Lourdes dentro de la Diócesis de Ciudad Real.
La peregrinación saldrá el 23 de junio bien temprano para llegar a la gruta de la Virgen de Lourdes doce horas después. Volverán el 27 seguro que con las manos llenas y la alegría de haber podido estar un año más. Ya casi están preparadas las maletas que “van ligeras para volver cargadas de todo lo recibido que es mucho”. En el equipaje el uniforme de las hospitalarias que distinguen a las de la provincia de Ciudad Real con los colores blanco y verde.
Domin sabe que estos dos años han enfriado el ánimo entre el voluntariado habitual pero confía en volver de Lourdes con el ánimo alto para saber contagiar la alegría de la peregrinación y “de una experiencia que es para vivir no para contar”.
