Daniel Pintado Mínguez, el belén y la ilusión de contar cada año una gran historia

 “Quiero que quien vea el belén se sienta dentro de la escena y sea parte de ella”

 

Laura Figueiredo.-23 de diciembre de 2020.- Ha sido el segundo premio en la modalidad A (tamaño grande y mayor dificultad) del Concurso de Belenes 2020 organizado por el Ayuntamiento de Campo de Criptana. No recuerda desde cuando lleva haciendo belenes pero sí es verdad que es parte de sus navidades y casi del año entero porque no lo recoge hasta octubre. Poco después, en noviembre, empieza de nuevo a contar la gran historia de lo que ocurrió en Belén.

Es Daniel Pintado Mínguez y esta vez en su casa hay doble premio. El suyo por el belén que ha montado y el de su madre, Mª Dolores Mínguez, primer galardón del Concurso de Fachadas en la calle García León, 39. Y es que en su casa gusta la Navidad, un tiempo, nos dice Daniel, de mucha creatividad que invita a decorar “siempre desde la ilusión de ir mejorando año tras año”. La novedad principal esta vez está en que el belén ha abandonado el hueco de la escalera para colocarse delante de una de las ventanas de la casa a la vista de todo el que quiera acercarse.

A Daniel le gusta un escenario montañoso donde jugar con cuevas, pasadizos y rincones que dispone en diferentes alturas y perspectivas. “Algo, indica, que va saliendo sobre la marcha aunque siempre parto de un primer boceto que se transforma según voy colocando figuras”. Pastores, lavanderas, frutero, leñador, alfarero, panadero… a través de los ojos de todos ellos nuestro belenista ha mirado para no perder de vista lo principal, el portal de Belén que ocupa un primer plano. Ahí está el Niño Jesús, la Virgen María y San José en una figura de una sola pieza y acercándose los Reyes Magos. A la izquierda el palacio y la matanza de niños, arriba a la derecha un Herodes solitario ante su castillo, más allá el telar, la bodega…Todo ello entre luces, pino, carrasca, olivo y bajo una gran cascada. Un trabajo de horas y horas que para Daniel siempre tiene la recompensa de la satisfacción de hacer lo que le gusta y de contar una Navidad más la gran historia del nacimiento de Jesús.

Desde estas líneas y espacio queremos dar la enhorabuena a todos los ganadores en los diferentes concursos y modalidades que tienen la Navidad como tema. Felicidades y feliz Navidad.

-Daniel esta vez en tu casa hay doble premio.

Pues sí que es verdad. El primer premio en fachada a mi madre y el segundo a mi belén en modalidad A. Me gusta la Navidad, la decoración y su creatividad y nos apuntamos mi madre y yo y al final doblemente premiados.

-No es la primera vez que te premian.

Es la primera en la modalidad A pero me he presentado a concurso cinco veces y siempre he obtenido algún premio: Tres primeros, un tercero y este segundo.

-¿Qué tiene la Navidad?

La Navidad tiene muchas posibilidades de imaginar y crear, tiene magia.

“La Navidad tiene muchas posibilidades de imaginar y crear, tiene magia” 

-¿Y qué tiene el belén? ¿Cuándo empezaste?

Siempre me hacen esta pregunta y nunca he sabido responder. Yo empecé con figuras de mi madre, entre ellas, y en una sola pieza, Jesús con María y José, es preciosa. La gran mayoría las he ido comprando poco a poco o me las han regalado entre familia y amigos que saben mi afición a los belenes.

-Siempre suele haber algún familiar de quien se aprende.

Pues en mi caso he sido yo por mi cuenta un año y otro. De quien sí que aprendí mucho fue de Manuel Pintado que le ayudé dos años a poner el belén del asilo y fue quien me enseñó lo principal. He tenido la ayuda de mi padre luego y casi que ya me desenvuelvo yo solo a la hora de trabajar.

-¿Cuándo empiezas y cuándo lo quitas?

Pues empiezo para los Santos y lo dejo hasta octubre, el año entero prácticamente. Y es que otros años lo he puesto en el hueco de la escalera pero este año por esto de la pandemia se me ocurrió ponerlo en la ventana para así poderlo ver desde fuera sin necesidad de entrar en casa.

-¿Y este año lo vas a dejar en la ventana todo el año?

Pues posiblemente, al menos hasta verano.

-Es que es mucho trabajo para solo tres semanas.

Son muchas horas, incluso de madrugada y de no salir fines de semana, de estar trabajando y trabajando. Siempre busco el mejorar el belén del año anterior y el reto va siendo cada vez mayor.

“Siempre busco el mejorar el belén del año anterior y el reto va siendo cada vez mayor”

-¿Y compensa?

La recompensa es la satisfacción de hacer lo que me gusta y de contar una navidad más una historia tan grande y hacerlo de forma diferente.

-¿Hay tutorial de cómo poner un belén?

Pues no, esto es dejarse llevar. Hago un boceto de la distribución del espacio y luego vas adaptándote a lo que va surgiendo. Hay cosas que cuadran desde el principio y otras que las cambias muchas veces porque no te salen como quieres.  Miras desde la propia figura que colocas, ves con los ojos de la lavandera, de San José… o del pastor que mira al ángel en la Anunciación.  

-¿Cuál es el proceso?

Pues todo prácticamente va a la vez. La estructura primero y un día montaña, otro día me voy a otra zona… hay que ir cambiando para no saturarte.

-¿Cuántas figuras tiene?

¡Buff! ¿150? ¿200?  y muchas más se han quedado en la caja confinadas, no caben ya.

-¿Cómo es tu belén?

Yo lo considero un belén clásico y humilde. Siempre intento que sea montañoso, varias alturas, con cuevas, rincones, pasadizos… con figuras que van y vienen e intentas buscar la mirada por todo el belén.

-¿Qué sensación quieres despertar en quien ve el belén?

Pues… no sé cómo decírtelo… la sensación de que estás ante una gran historia y que por muchas veces que la hayas visto y oído te siga emocionando.  Que el espectador busque estar dentro de la escena y sea parte ella. Este año a lo mejor puede resultar más frío por estar tras una reja y un cristal pero busco eso, ser parte de la escena no solo ver desde fuera, que lo vea desde dentro, desde los diferentes rincones.

“Quiero que quien vea el belén se sienta dentro de la escena y sea parte de ella”

-¿Hay un final o el final lo marca el tiempo?

Nunca hay un final, nunca acabas de colocar, poner, quitar y cambiar. Si no fuera porque hay un tiempo siempre estarías moviendo figuras. Esto es un vicio y siempre ves algún fallo y es verdad que soy perfeccionista.

-¿Qué haces una vez que dices –hasta aquí-?

Pues me puedo tirar un rato bien grande mirándolo y disfrutándolo con los brazos cruzados. Luego llamo a mi familia y este año se han sumado los vecinos al estar en la calle. Al final es eso, enseñar todo el trabajo y disfrutar contigo mismo y con los que te rodean.

“Cuando termino me puedo tirar un rato bien grande mirándolo y disfrutándolo”

-¿Con qué escena te quedas?

Pues tengo desde que María y José llegan a Belén buscando posada hasta la huída a Egipto y me quedo con el nacimiento. Es lo primero que coloco aunque luego lo tenga que ir cambiando y trabajo en función de él. También me faltan muchas escenas pero ya las iré consiguiendo con el tiempo.

-Un año 2020 muy diferente ¿has montado el belén con algún pensamiento especial?

Lo he montado con la misma ilusión que otros años y pensando lo mismo. El único cambio ha sido colocarlo en la ventana y lleva a que lo vea más gente.

 

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